14 septiembre 2008

Vuelve el Caballero Oscuro

La nueva entrega de Batman acaba de llegar a las grandes salas. La editorial Planeta, que ostenta ahora de los derechos de la americana DC, tiene algunos volúmenes recientemente editados del Caballero Oscuro que pueden interesar a quien se acerque por primera vez al héroe de Gotham City.

El primero es Batman Grendel, un tomo que une los dos crossovers que realizó Matt Wagner con su famoso personaje Grendel. En el primero de ellos, Hunter Rose, el Grendel original, visita Gotham City, y el encuentro entre los dos enigmáticos enmascarados nocturnos, ambos hombres ricos y poderosos con un alter ego, pero con motivaciones totalmente diferentes, es antológico. Para quien prefiera degustar Batman a base de pequeños platos, los dos tomos de Batman: Black & White pueden satisfacerle. Estos volúmenes son una recopilación de historias cortas en blanco y negro sobre el Hombre Murciélago de la mano de los más grandes creadores de cómics. En el primer tomo desfilan desde Katsuhiro Otomo (Akira), hasta Richard Corben, Simon Bisley (Lobo) o Neal Adams... En el segundo, los no menos valiosos Brian Azzarello (100 Balas), Kyle Baker (You are here), Jordi Bernet (Torpedo), John Buscema (Conan) o Alex Ross (Marvels), entre muchos otros. Si bien el primer tomo contiene historias y autores realmente de lujo, el segundo flojea un poco, aunque la nómina de autores sigue siendo de "all stars". Planeta, además, anuncia un tercer tomo para noviembre.

Pero si hay dos historias que marcaron un antes y un después en la bibliografía de Batman, éstas son Batman: El regreso del Caballero Oscuro (The Dark Knight Returns) y Batman: Año Uno, ambas salidas de la mente de Frank Miller (Sin City, 300). Las dos obras significaron en los años 80 no sólo un hito en la historia del Hombre Murciélago, sino en la de todo el género, que con obras como éstas o las de Alan Moore entraron en un terreno donde se replanteaba la función de los superhéroes en un mundo donde la candidez de los años sesenta había desaparecido hace tiempo. El Dark Knight es una obra que sitúa la historia en un momento en que Batman ya está sumido en una vejez que le ha obligado a retirarse, pero un último asunto hará que vuelva a la acción. Frank Miller reflexiona en la obra sobre el poder y la corrupción (Superman es un héroe vendido al Gobierno, que no se plantea en ningún momento su legitimidad), sobre la naturaleza del héroe, sobre sus límites. Es una obra que habla del límite del género de los superhéroes, con una idea de fondo que luego sería tomada por muchos otros guionistas (Warren Ellis, etc.): si hubiera superhéroes, ¿no aprovecharían muchos para usarlos para su propio beneficio?

En otra línea está el Año Uno, de Frank Miller con los dibujos de un excepcional David Mazzucchelli, que ya había colaborado con él en otra gran obra maestra, esta vez para la competencia de Marvel (Daredevil: Born Again). Batman: Año Uno no es, en sí mismo, una historia original; al fin y al cabo vuelve a contar la génesis de Batman. Pero sí es interesante porque es la excusa de Miller para reflexionar sobre las motivaciones que llevan a Bruce Wayne a tomar posesión de su avatar; un cómic que también destaca porque es poco superheroico, es más bien la crónica de un rito de paso, una obra bendecida por un extraordinario dibujante como Mazzucchelli, que no se prodigaría mucho más en el cómic comercial.

Tras setenta años de historias de Batman, está claro que se han editado tantos cómics sobre este enmascarado que el lector, especialmente ante la avalancha de títulos actual, pueda sentirse desconcertado. Estos tres o cuatro títulos que hemos comentado aquí pueden ser un buen punto de partida para internarse en las historias del Caballero Oscuro.

Reseña aparecida en la revista Luke.

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