· Snoopy y Carlitos (1957-1958), de Charles M. Schulz (Planeta). Tras un tercer tomo algo más flojo, el cuarto volumen de Peanuts retoma su pulso habitual forjando el universo de Charlie Brown y compañía. Hay gags ciertamente brillantes, momentos tiernos y hasta decididamente poéticos, como cuando Carlitos exclama "a veces creo que tengo el alma llena de malas hierbas". Un clásico que hay que conocer.
· Macanudo 2, de Liniers (Mondadori). Liniers es, como ya hemos dicho con anterioridad, el mejor autor de tiras cómicas en español. Sin discusión. Su universo particular es sorprendente, y auna lo mejor de los mejores maestros (Watterson, Schulz, Quino) a su personal visión del humor y del medio. Sus duendes, pingüinos, robots sensibles y toda la colección de sus itinerantes personajes pasarán a ser parte del acervo historietístico tarde o temprano. Imprescindible.
· La ascensión del gran mal 6 (de 6), de David B (Sins entido). David B. cierra en este tomo -el más largo de todos- la particular lucha de su familia contra la epilepsia de su hermano mayor. Me ha costado mucho leer este tomo: David B. cuenta una historia muy dura, no sólo por lo que pasa su hermano, sino por cómo lo afronta el autor, que sabe trasladar su desasosiego vital de forma inquietante al lector. Todo ello, con un estilo y una planificación de página soberbia y de una imaginación que pocas vece se ve. La ascensión del gran mal es un reto para el lector adulto.
· Macanudo 2, de Liniers (Mondadori). Liniers es, como ya hemos dicho con anterioridad, el mejor autor de tiras cómicas en español. Sin discusión. Su universo particular es sorprendente, y auna lo mejor de los mejores maestros (Watterson, Schulz, Quino) a su personal visión del humor y del medio. Sus duendes, pingüinos, robots sensibles y toda la colección de sus itinerantes personajes pasarán a ser parte del acervo historietístico tarde o temprano. Imprescindible.
· La ascensión del gran mal 6 (de 6), de David B (Sins entido). David B. cierra en este tomo -el más largo de todos- la particular lucha de su familia contra la epilepsia de su hermano mayor. Me ha costado mucho leer este tomo: David B. cuenta una historia muy dura, no sólo por lo que pasa su hermano, sino por cómo lo afronta el autor, que sabe trasladar su desasosiego vital de forma inquietante al lector. Todo ello, con un estilo y una planificación de página soberbia y de una imaginación que pocas vece se ve. La ascensión del gran mal es un reto para el lector adulto.