Academia Gotham |
Dentro de los nuevos títulos que tanto Marvel como DC se han afanado
en publicar para captar a nuevas hornadas de lectores, y, sobre todo, de
lectoras, intentando conectar con la sensibilidad de los millenials y
los nativos digitales, ya habíamos hablado de los casos de Ms. Marvel o de Batwoman. En esa misma línea parece que va Academia Gotham, un título muy juvenil que acertadamente se ha descrito como un cruce entre Harry Potter y Scooby Doo, con (añadiría yo) unas ligeras dosis de shojo manga. ECC editó el primer tomo a finales de 2015.
Con
esta tarjeta de presentación que os he propuesto, es natural que a
algunos de vosotros, talluditos lectores de supers enpijamados, os haya
entrado urticaria. O quizá curiosidad. En cualquier caso, tenéis razón.
Academia Gotham está protagonizada por Olive Silverlock: una misteriosa joven cuya amnesia
parece ocultar un extraño secreto. Junto a sus compañeros, casi todos
recién llegados a esa especie de Hogwarts que es la Academia Gotham,
emprende una investigación que les conducirá a las entrañas de la
institución… y de la propia ciudad.
La talentosa Becky Cloonan (‘Conan’, ‘Batman’) deja aquí los lápices para escribir al alimón los guiones con Brenden Fletcher (también responsable de ‘Batgirl: La chica murciélago de Burnside’), en una serie que, de las presentadas, es quizá la que tiene un target
más joven. El ambiente de estudio en una academia extraña, llena de
profesores bizarros, con alas abandonadas, bibliotecas polvorientas y
enigmáticos estudiantes nos hace pensar en la serie de Harry Potter o incluso en esas ñoñeces tan exitosas como ‘Monster High’
o ‘Ever After High’. El enigma por descifrar el pasado de Olive (o más
bien qué fue lo que le ocurrió a ella y a su madre el verano pasado,
algo que algunos personajes parecen saber, pero que al lector se nos
oculta sistemáticamente) hace avanzar una trama que mueve entre la
investigación de misterios sobrenaturales a lo Scooby Doo y las cuitas
amorosas de los shojos estudiantiles clásicos.
Todo ello, hay que decirlo, con el extraordinario dibujo de Karl Kerschl,
que consigue amalgamar estilos y ofrecernos un dibujo fresco y actual,
con deudas manga pero nunca obvias. A eso hay que añadirle los puntuales
guiños al universo DC que mantienen el nexo de lo nuevo con lo clásico,
como son las apariciones estelares de Batman o las referencias a Arkham.
En este primer tomo a la trama le cuesta arrancar,
quizá porque los guionistas no se deciden por dónde atacar: si
presentar a los personajes, si insistir en el misterio que envuelve la
academia, o en el del pasado de Olive. Es cuando la numeración sigue y
los hechos van tomando cuerpo que la cosa se pone interesante.
No busquéis en Academia Gotham más de lo que hay: es un excelente tebeo para adolescentes
(y quiero decir, sobre todo, chicas), una alternativa fantástica para
que dejen (por un momento) el manga, y se introduzcan en el universo DC,
y desde ahí interesarse por otros títulos. Más allá de ello,
encontraréis un cómic normalillo, eso sí, con un dibujo fantástico y un
color delicioso. Y está bien que sea así, oiga. No todos los cómics de
superhéroes han de ser para treintañeros que llevan veinte de
continuidad a su espalda.
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