En 1897, el explorador británico Robert Peary realizó una expedición al Polo Norte, en la cual se trajo de regreso a la civilización a una familia de esquimales. Tratados como su fueran una atracción de feria a veces, o materia de estudio otras, la mayoría de los miembros terminaron por morir de enfermedad, excepto el pequeño Minik, que sobrevivió y fue acogido por una familia británica.
Groenlandia-Manhattan es el relato de esta historia basada en hechos reales, una historia que habla fundamentalmente de la búsqueda de la identidad y de la pérdida de raíces, de las consecuencias brutales del colonialismo europeo. Minik se convierte en un ser desarraigado, puesto que es arrancando de su hábitat habitual y, al morir su familia natural, adquiere los modos y formas de la cultura europea. Pero nunca deja de buscar sus orígenes e intenta volver a su hogar. Cuando lo hace, muchos años después, se siente un extraño en su tierra: sus parientes y conocidos han muerto, y los que quedan no creen sus relatos en el mundo "civilizado". Finalmente, Minik termina por volver a Inglaterra a buscarse la vida como pueda. Una historia dramática y bella, muy bien ilustrada por Chloé Cruchaudet.
Groenlandia-Manhattan es el relato de esta historia basada en hechos reales, una historia que habla fundamentalmente de la búsqueda de la identidad y de la pérdida de raíces, de las consecuencias brutales del colonialismo europeo. Minik se convierte en un ser desarraigado, puesto que es arrancando de su hábitat habitual y, al morir su familia natural, adquiere los modos y formas de la cultura europea. Pero nunca deja de buscar sus orígenes e intenta volver a su hogar. Cuando lo hace, muchos años después, se siente un extraño en su tierra: sus parientes y conocidos han muerto, y los que quedan no creen sus relatos en el mundo "civilizado". Finalmente, Minik termina por volver a Inglaterra a buscarse la vida como pueda. Una historia dramática y bella, muy bien ilustrada por Chloé Cruchaudet.
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