22 agosto 2024

'El cóndor y la caníbal', de Víctor Coyote (Astiberri, 2024)

 El cóndor y la caníbal

Víctor Coyote (músico, ilustrador, diseñador, escritor…) siempre ha mostrado un interés genuino por la mezcla -el choque más bien- de culturas en Hispanoamérica. En El cóndor y la caníbal hace gala de ese interés con un breve cómic que puede estar entre los mejores del año. 

Una mujer caníbal (¿o era sólo un rumor?) posa para un pintor holandés, un joven escultor quechua introduce la vanguardia en la imaginería religiosa barroca… El cóndor y la caníbal no es una sola historia, es más bien una serie de historias entrelazadas por un punto de unión mínimo que conforman un panorama. Un telar en el que se escribe la historia de todo un continente. El autor, con esas pequeñas historias, indaga en el pasado americano y plantea temas como el colonialismo, el choque entre las ideas europeas e indígenas, la visión del Otro, la religión…

Decía el gran escritor cubano Alejo Carpentier que Latinoamérica había pasado de los abigarrados jeroglíficos aztecas a las florituras adictas al horror vacui del barroco europeo sin apenas transición. Esa yuxtaposición de motivos era una característica propia de la cultura mestiza hispanoamericana, y es un poco lo que consigue Coyote en su cómic. 

El dibujo de Víctor Coyote orbita en las galaxias de Jorge González (Fueye, ¡Ese maldito Allende! o Dear Patagonia), Javier Olivares o Bartomeu Seguí, por mencionar sus constelaciones limítrofes. Un dibujo visceral del que destaca la fuerza sinuosa del carbón sobre una paleta de color muy contenida.

El cóndor y la caníbal es una coedición entre Astiberri y el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza con motivo de la exposición La memoria colonial en las colecciones Thyssen-Bornemisza, que podéis visitar en Madrid hasta el 20 de octubre de este año.

18 agosto 2024

'Libres para pensar', de VVAA (Garbuix Books, 2024)

 

Que las mujeres han sido sistemáticamente ignoradas en todos los cánones de la historia es un hecho incontestable. Sólo con tremendos esfuerzos, en pleno siglo XXI, seguimos intentando (re)colocar las aportaciones femeninas a la literatura, la filosofía o la ciencia en su justo lugar. Sólo así alcanzaremos la verdadera igualdad: en el conocimiento de los grandes hitos que las mujeres (y hombres) de antaño lograron alcanzar. 

Detalle de la vida de Hildegard von Bingen. 

Libres para pensar, obra de Marie Dubois, con la supervisión extra de Jérôme Vermer, Anne Idoux, bajo una idea de Jean-Philippe Thivet, es una de esas obras que intentar dar voz a las mujeres silencias por un canon secularmente androcéntrico

Por las páginas de Libres para pensar pasan algunas mujeres conocidas como Simone de Beauvoir, Hipatia de Alejnadría, Hildegarda von Bingen o Sei Shonagon (la autora de El libro de la almohada), y otras más desconocidas, quizá, para el gran público, como la poetisa griega Cleobulina, la filósofa francesa Gabrielle Suchon, Louise Michel “la virgen roja”, o la ensayista rusa Nathalie Sarraute. 

Cada una de ellas protagoniza un capítulo narrado por sí misma o por un narrador externo, capítulo en el que de forma cronológica conocemos la vida y obra de estas personalidades, con unas pequeñas píldoras de conocimiento teórico que sintetizan las ideas principales de cada una.

El dibujo de Marie Dubois, de estilo muy sencillo, parece en deuda obligatoria con el de Marjane Satrapi. Pero ese estilo sencillo, con detalles de humor, le sienta muy bien a la obra porque contrarresta el efecto de página saturada que causa el texto, que en no pocas ocasiones es algo excesivo debido a la naturaleza de la obra. En muchas ocasiones, este tipo de novela gráfica tiende a ser demasiado didáctica, y por ende, a cargar con mucho texto la página, lo cual puede llegar a agobiar al lector. No es el caso de ésta, pues Marie Dubois (y hemos de concederle esto a ella, autora casi completa de la obra a pesar de la nómina de portada) se esfuerza en hacer un cómic ligero, muy legible, y además solventando cada minibiografía en el mismo número de páginas. Gráficamente es una delicia de libro.

Detalle de la vida de Hipatia de Alejandría.

Aunque la selección tiene vocación de universal, y me imagino que en algún momento tenían que decidir a quién incluir y a quién no, como obra francesa no puede evitar cierto barrer para casa. Echamos de menos a alguna mujer fuera del ámbito galo como Teresa de Ávila, Gabriela Mistral, Clara Campoamor o Maria Montessori. También hay que decir que se valora el hecho de que no aparezcan las mujeres de siempre en este tipo de obras, como Marie Curie o Ada Lovelace. 

Libres para pensar será otro de los cómics que colocaré en mi top anual. Su conjunción entre el aspecto didáctico y el buen uso del lenguaje del cómic, así como lo brillante de su presentación visual lo hacen merecedor de un puesto privilegiado en las ediciones de 2024. 

[Esta reseña se publica también en Papel en Blanco]

17 agosto 2024

'Lo sabes aunque no te lo he dicho', de Candela Sierra (Astiberri, 2024)

 

Un descubrimiento inesperado. Confieso que el trazo estético y feísta de Candela Sierra no me invitaban a emprender la lectura de Lo sabes aunque no te lo he dicho (Astiberri, 2024), pero una vez empezado no he tenido otro remedio que rendirme a su trabajo. Mediante una serie de breves historias, cuasi cápsulas narrativas o gags, entrelazadas unas con otras con algún elemento secundario a modo de travelling cinematográfico, la autora nos habla de forma despiadada sobre la incomunicación de la sociedad de nuestros días, una sociedad marcada por el vacío de las relaciones personales y la egolatría que nos convierte en descerebrados chauvinistas digitales. 

Y Candela Sierra juega con esa idea, insiste, la retuerce y genera variaciones, poniendo sobre la mesa los recursos del lenguaje del cómic para crear la secuencialidad de las historias. Un profundo conocimiento de la gramática del medio le permite hacer juegos metanarrativos que encajan bien en su propuesta, e incluso se permite algo de humor en esta propuesta inmisericorde, un humor reivindicativo y ácido que por momentos se hermana con el de Flavita Banana. 

¿Escucharnos en diagonal, editar nuestros comentarios orales, comer helados de caca porque es trendy? Si nos está quedando un mundo en el que las relaciones humanas se aniquilan en favor del postureo, los likes y las suscripciones, sólo queda denunciarlo. Y si es de la forma sorprendentemente original, como lo hace Candela Sierra, mejor que mejor. 

Estamos ante una talentosa autora que tiene mucho que aportar al panorama del cómic de nuestro país y que seguiremos con detenimiento. Atent@s, porque Lo sabes aunque no te lo he dicho estará dentro de mi selección anual. No en vano también este cómic estuvo presente también en la selección de la ACDCómic del primer semestre del año.

26 julio 2024

'Melodía sentimental', de Tadao Tsuge (2024)

Tras publicar Mi vida en barco (2019), Gallo Nero recoge en Melodía sentimental una antología de historias cortas de Tadao Tsuge, hermano de Yoshiharu Tsuge y uno de los principales exponentes del manga gekiga. Las historias aquí presentes fueron publicadas originalmente entre 1969 y 1972 y entre ellas hay algunas de las preferidas por el propio autor.

En estos relatos, Tsuge traza un relato desesperado de las clases humildes del Japón urbano tras el final de la Segunda Guerra Mundial: “cuando la gente sólo podía dedicarse a vagar por las ciudades, por los callejones, cabizbajos a causa de la pobreza, por culpa de la escasez de comida”, dice el autor en su epílogo.

Y es que Tsuge vivió en primera persona las penurias económicas y el desempleo de los años que siguieron al desmoronamiento del Japón imperial. En estas historias costumbristas (“tuve que aceptar el hecho de que siguieran considerándome un autor sin risas”, comenta el autor) no hay margen para la esperanza o un nuevo amanecer.

Un ecléctico grupo de personas que esperan su turno para donar sangre y así ganar unos yenes; la vida en el “barrio de las cloacas”, donde un artista frustrado flirtea con una banda de medio pelo donde hay un compañero del colegio; un hombre al que, tras años de leal servicio a la empresa, trasladan a una sede fuera de la ciudad… En estas historias el denominador común es el sordo silencio del fracaso existencial de sus protagonistas y el progresivo desapego que sienten por todo lo que les rodea.

La antología de Gallo Nero recoge seis relatos creados en solo tres años de trabajo de Tsuge, pero aún así se puede observar cierto desarrollo en su trazo, desde un estilo más caricaturesco (Melodía sentimental) a un uso muy inteligente de las sombras y los claroscuros (El barrio de las cloacas). La edición se cierra con un epílogo del autor para la edición española muy revelador para saber cómo se crearon estas historias. 

Con Melodía sentimental, Gallo Nero sigue una línea valiosísima que recupera los tesoros de este particular género del manga para adultos.

[Reseña también compartida en Papel en Blanco]

18 julio 2024

'Cuando veo cables me acuerdo de ti', de Arnau Sanz (Astiberri, 2023)

 Arnau Sanz (Barcelona, 1984), a pesar de tener una trayectoria que arranca en 2013, nos sorprendió en Un fantasma (Astiberri, 2021), donde presentaba una narrativa de ciencia ficción con una estética fría pero muy personal. La combinación creaba un resultado asombroso y original. En Cuando veo cables me acuerdo de ti (Astiberri, 2023), Sanz confirma sus hallazgos en una novela gráfica que no hace sino depurar su voz.

Recogiendo tópicos de la ciencia ficción, Arnau Sanz plantea un mundo donde los robots funcionan de forma autónoma y trabajan como ayudantes de segunda clase. Allí, Sandra es una androide que enseña a otros robots, y convive con una compañera androide que está quedando obsoleta. Justo lo que le ocurre también a su antigua mentora humana.

Lo que pudiera parecer una simple historia tecnofuturista vira pronto a una trama de notable carga social, en la que Sanz expresa su preocupación, sobre todo, por temas como la salud geriátrica, la pérdida, y en consecuencia, el papel de los mayores en la sociedad, la discriminación y la empatía. 

Sandra, la androide protagonista, está inmersa en una sociedad en la que la obsolescencia no perdona. Su mejor amiga, Adriana, es un robot obsoleto al que no le queda mucho. Y ella misma sufre un rápido deterioro, análogo al de su anciana maestra, que padece alzhéimer. Sanz pone en paralelo esos tres procesos de declive para tratar qué hace y cómo trata una sociedad a los elementos de ésta que dejan de ser “útiles” desde el punto de vista pragmático. Y no es nada optimista.

La buena ficción científica siempre es humanista, esto es, en el fondo, lo importante en estas historias no es la tecnología sino su impacto en el ser humano, y Sanz bien lo sabe porque usa la arquitectura del género para construir una historia cuyo peso es profundamente reflexivo. Su trazo, en relación a Un fantasma, aquí se concreta más, pero sigue apostando por las formas geométricas sencillas, con una paleta de colores muy vistosos: la primera impresión puede parecer muy vanguardista, pero ésta se desvanece con las páginas, porque aquí el dibujo está al servicio de la historia y no al revés.

Cuando veo cables me acuerdo de ti muestra a un Arnau Sanz en plena forma y se postula como una de las mejores novelas gráficas publicadas el año pasado.

15 julio 2024

'Kneel', de Víctor Puchalski (Ediciones Inuit, 2024)

En Enter the Kann (Autsaider, 2016), conocimos el trabajo de Víctor Puchalski, un autor cuya estética bebe directamente de fuentes que nos son muy queridas: la épica del manga de autores como Tetsuo Hara o Masami Kurumada. Esas influencias convergen en él para dar a un cómic valiente, sin restricciones, en libertad, que no tiene necesidad de buscar el aplauso del público. Ese afán se confirmaba más tarde en La balada de Jolene Blackcountry (Autosaider, 2017), un cómic que tenía el atrevimiento de meter tintas fotoluminiscentes que dejan ver nuevos dibujos si apagamos la luz con la que leemos. Ahora vemos el fruto del trabajo de los últimos meses del autor en Kneel!!, publicado por Ediciones Iniut.

Kneel, un joven de las zonas degradadas del reino, se dirige al gran coliseo para enfrentarse contra los altos señores del hierro negro por petición de su amada, la No-Emperatriz Kim Tarleen. Su petición, no obstante, es extraña. Porque allí se celebra una salvaje competición en la que quien salga ganador podrá dar muerte a Kim y gobernar en Blastover iniciando una nueva dinastía. La única arma de Kneel es, a su vez, su punto débil: el odio que siente hacia el reino de Blastover y sus leyes. ¿Se abrirá paso Kneel por un camino de sangre hasta la No-Emperatriz?

Puchalski crea en Kneel!! un universo inspirado en aglunas de las obras y autores que más le han marcado: Mad Max, El Puño de la Estrella del Norte, Los Caballeros del Zodíaco, El cuervo… y el resultado es un brutal tour de force de epicidad y estética de la violencia, un homenaje a todos aquellos combates inverosímiles que nos hacían disfrutar tanto, en los que el realismo -como en los partidos de Captain Tsubasa/Campeones- queda atrás para centrarnos en la épica y la velocidad. 

Una de las cosas que me llama la atención de páginas de Kneel!! es la capacidad de Víctor Puchalski de cambiar de registro de una página, e incluso de una viñeta, a otra, sin una aparente intención narrativa, como hacia a menudo James O’Barr, un autor que sin duda el autor conoce (y me atrevería a decir que ama).

Kneel!! es un camino de excesos y no lo digo como defecto, sino al contrario: su barroquismo visual, su glorificación estética de la sangre, el sexo sucio, la ambientación pesimista… todo contribuye a crear un universo personal y atrayente (digna de ambientar toda una saga o cualquier otro producto cultural, como videojuegos o juegos de rol), y hacen de Kneel!! una experiencia de lectura muy gratificante.

14 julio 2024

'Soy un desastre: manual para vidas desordenadas', de Einat Tsarfati (Libros del Zorro Rojo, 2023)

Einat Tsarfati es un desastre. El título nos lo dice a las claras. Porque hay gente como ella, para la que el caos es un compañero de vida. Puede ser una elección voluntaria o puede ser cosa del propio carácter. Yo me siento plenamente identificado con Tsarfati, aunque no sea a su nivel. Yo también soy un caos, y posiblemente en mi vejez el alzheimer venga a visitarme. Para las personas que, como yo o la autora, sientan que la metáfora de la contraportada (una cabeza llena de trastos en completo totum revolutum), este libro es idóneo.

Soy un desastre es un libro difícil de etiquetar: es sobre todo cómic, pero también tiene algo de libro de autoayuda, aunque no del todo, porque no podemos, como luego veremos, tomarnos demasiado en serio las recomendaciones de la autora.

Es, más que nada, un desahogo, un “así soy yo, qué le vamos a hacer”, un intento por empatizar con aquellas personas que no tienen remedio. Insisto: me siento identificado, porque por más que intento poner orden en mi vida, termino en el mismo caos primigenio de siempre. No lo puedo atajar: sólo prevenir mínimamente. Quizá sea un TDAH sin diagnosticar, aunque eso le quitaría glamour a lo de “genio despistado”. Pero volvamos a Soy un desastre. A pesar de ser una oda al carácter inconsistente, la obrá está muy bien estructurada en capítulos claros y concisos: ¿Eres un desastre? Cómo gestionar el desastre. Cómo organizar sin organizarte. Cuándo hay que rendirse… En cada uno de ellos, Tsarfati desgrana verdades, exageraciones y soluciones con humor acerca del desorden. Pero una cosa nos va quedando clara a medida que leemos: la autora no ha escrito esta obra para darnos soluciones reales. Soy un desastre es una palmadita en la espalda diciéndonos “sí, así somos”, una aceptación, con humor, de lo que hay; una meditación de la experiencia abrumadora, inaprensible, que resulta de ser una persona despistada y olvidadiza.

Tsarfati, que ya había publicado antes algunos álbumes infantiles, debuta con esta obra en el mercado para adultos, con un trazo muy definido, que quizá recuerda un poco al de Penélope Bagieu (Valerosas), con una gran expresividad y gusto por el detalle. 

Soy un desastre no te va a dar soluciones, pero quizá te sientas un poco mejor -o más acompañada- en tu caos mental después de leer este cómic. Soy un desastre. Einat Tsarfati. Libros del Zorro Rojo, 2023.

[Reseña publicada también en Papel en Blanco]

16 junio 2024

Reseñas en UH: 'Cosmo en el espacio', de Javi de Castro (Astiberri)

 

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Reseñas en Ultima Hora: principal reseña de Cosmo en el espacio, de Javi de Castro (Astiberri), cuyo texto tenéis aquí también. Breves para La metamorfosis de Selma: vida abuela (Liana); nueva entrega de Ariol (Harperkids), El tesoro perdido de Nora (Liana), La guardiana de las polillas (La Cúpula) y Una amiga de verdad: El clon de Dani (Maeva Young).

07 abril 2024

Reseñas en UH: 'Calvin y Hobbes', de Bill Watterson (Astiberri)

 

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Reseñas en Ultima HoraCalvin y Hobbes para principiantes, de Bill Watterson (Astiberri). Breves para La vida y usted, de Paco Alcázar (Astiberri), La gran ciclopedia ilustrada (Libros del Zorro Rojo), Feminist Art (Liana), Ranciofacts 6, de Pedro Vera (¡Caramba!) y Hell (Libros del Zorro Rojo).

03 abril 2024

'Cosmo en el espacio', de Javi de Castro (Astiberri)

Cosmo en el espacio
 

Hoy os recomiendo una novedad de cómic juvenil que nos ha encantado. La edita Astiberri y es obra de Javi de Castro (autor de Larson, el hombre con más suerte del mundo, The EyesVillanueva, e ilustrador de Crímenes ilustrados). Cosmo y su equipo están listos para llevar a cabo el primer ensayo de su nueva mochila a propulsión. El joven cosmonauta tiene el traje puesto y están finalizando los preparativos… cuando la mochila explota y envía a Cosmo al espacio sin posibilidad de comunicarse con sus compañeros para orientarse. A pesar de empezar a la deriva, el viaje de Cosmo va a ser de todo menos aburrido: extraterrestres, naves de rescate, destructores, magos, despegues accidentados y mutantes de las alcantarillas…

Cosmo en el espacio es un delicioso artefacto que remite a las antiguas viñetas de principios del siglo XX de Gustave Verbeek que podían leerse de arriba a abajo y viceversa. Solo que en esta ocasión, Javi de Castro se supera para entregar un cómic de 64 páginas que tiene doble lectura: cuando uno llega al final, le da la vuelta y continua hasta de nuevo acabar en el punto en el que comenzó. Lo sorprendente es que la historia que arma funciona muy bien. El trabajo que ha tenido que hacer el autor para levantar esta narrativa en espejo ha tenido que ser titánico. Pero el esfuerzo bien le ha valido la pena: Cosmo en el espacio lo tiene todo para convertirse en uno de los libros de literatura infantil y juvenil más destacados del año: una propuesta original y atractiva, un dibujo precioso, de linea sencilla, una historia atractiva, divertida y loca, que además nos manda un mensaje que está muy bien entrelazado con la mecánica de la lectura: a veces las cosas se ven diferente dependiendo de la perspectiva de cada cual. Recomiendo mucho este Cosmo en el espacio y esperamos que se convierta en una saga por entregas para que nos siga deleitando con su talento.

[Reseña publicada anteriormente en Papel en Blanco, queda aquí como repositorio del autor]

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