27 febrero 2025

Reseña: 'La calavera', de Jon Klassen (Blackie Books, 2024)


El año pasado ya os hablé de este libro como uno de los mejores de 2024. Hoy me gustaría volver un poco sobre él porque la verdad es que me tiene enamorado. Cada vez que lo leo, solo o con mi hija, me embarga un síndrome de Stendhal difícil de superar. Os explico por qué.

En La calavera, cuento de Jon Klassen, publicado por Blackie Books y traducido por Gemma Rovira, encontramos a una pequeña niña, Otilia. Otilia, en plena noche, mientras todos duermen, se escapa. No sabemos de dónde, no sabemos de quién, pero huye al bosque en plena noche invernal. En su periplo se encontrará con una silente y aún así parlante calavera. Otilia y la calavera exploran la casa, bailan en el salón, y la calavera confiesa que hay un esqueleto que la busca. Entre ellos se establecerá una relación especular: la constante agresió que sufre la calavera tiene eco en el motivo personal (y que no sabemos) por el que Otilia huye.

Y esto es, básicamente, la trama de esta historia, que el autor nos explica que está basada en una leyenda popular tirolesa. 

El texto se distribuye de forma muy inteligente para dar protagonismo a la ilustración, que es sin duda uno de los puntos fuertes de la historia. La estética retro, de animación checoslovaca o soviética, es el corazón de este cuentito gótico, y le queda como un guante. 

Lo interesante es que, en esta versión de un cuento tradicional, como casi todos, tenemos la interpretación superficial, que puede leerse a los niños, sobre una niña muy valiente y la superación de la adversidad, donde el bien vence al mal, pero luego tenemos la interpretación adulta, igual de interesante. Hay muchas más implicaciones en el cuento, pero no hace falta que hagamos una digresión aquí. Baste decir que el subtexto del cuento es riquísimo y se abre a múltiples reflexiones al lector.

Es por eso, y por el impresionante arte de Klassen que hace que cada página sea una pequeña obrita de arte, que para nosotros, La calavera fuera uno de los libros de 2024.

26 febrero 2025

Dragon Ball Legend y lo que pasó cuando compré el cofre

 

Cuando Dragon Ball empezó a emitirse en TV3, servidor tenía 10 años. El día que se emitió el primer capítulo, iba yo contento a poner Dr. Slump, cuando vi perplejo que no lo hacían, sino que emitían otra cosa, algo de un niño con una cola. No me interesó: cambié en canal y conecté mi MSX para jugar a algún juego. 

Y aquí estamos, 35 años más tarde, cuando, después de haber comprado toda la primera Edición Blanca y Edición Roja en grapa (y lomito), y cinco tomos de la edición kanzeban ultimate, encargo el cofre Dragon Ball Legend. A lo largo de las semanas pasé por varios estados de ánimo sobre el dispendio que estaba a punto de hacer/había hecho. 

En primer lugar, al ver el anuncio y las características, pensé “Buf, qué pasada. Es la hora de tener Bola de Drac (porque, además, la edición está disponible en catalán y castellano, y para mí, Dragon Ball está unida inextricablemente a su versión en catalán) completa en una edición chula. A por ella.”

Cuando pasé por caja, con mi triste cartera vacía, mi pensamiento fue “Me he pasado. Compraré este cofre (es el primero de tres) y ya está. Al fin y al cabo, es la etapa de Bola de Drac que más me gusta”. Justo en ese momento mi librero me dijo “¿Te guardo las otras?”, y mi cerebro reptiliano contestó: “¡Sí!”.

Seis tomos y casi tres mil páginas después, mis pensamientos son “buf, qué pasada. Voy a comprarlo todo”. Os voy a explicar por qué he llegado a esta decisión.


 

Porque ciertamente, la edición no es barata. ¿Vale lo que cuesta? La edición del cofre es inicialmente 150€, es decir, 25€ por tomo, tomos que son de extensión variable, pero que suman 2750 páginas en total. 25€ es una pasta, considerando que son de tapa blanda y que es una obra que está amortizadísima de tantas ediciones que ha tenido. Por otro lado, la edición es buena, el tamaño del formato Shonen Jump permite disfrutar bien del dibujo de Toriyama (¡cuánto agradezco que hayamos desterrado el formato de los primeros y diminutos tomos manga que conocimos en los 90!), se incluyen las páginas a color y bitono, cada tomo aporta dos pequeños pósters desplegables, y hasta lo que yo sé, la traducción (y por tanto, la rotulación) es nueva.  En el interior, tenemos algunas páginas de información histórica, cronologías y curiosidades, y se incluyen todas las portadillas de Shonen Jump delante de cada capítulo. Además del recio y bonito cofre para guardar los tomos. Así pues, ¿vale lo que cuesta? Francamente, a pesar de todo lo que ofrece, me sigue pareciendo un dineral. Pero lo he pagado y no me arrepiento.

Este primer cofre incluye seis tomos que van desde el inicio de la serie hasta la muerte de Piccolo/Satanás Cor Petit, cuando Goku sube la torre de Karin para entrenarse con el Todopoderoso. Los tomos se dividen en: la primera búsqueda de las bolas, el primero torneo de artes marciales, la saga del Ejército de la Cinta Roja (en dos tomos), el segundo torneo y la saga de Piccolo. 


 

La serie, que empieza con un tono de aventura y humor, y si queréis, con un toque que ahora se nos antoja naïf (y, paradójicamente, con escenas sexistas que han envejecido muy mal), con la búsqueda de las bolas de dragón, y es la que muchos recordamos con más cariño. El estilo de Toriyama enlaza con la de su anterior serie, Dr. Slump, a pesar de que aquí el humor no es tan disparatado. Tori está pletórico en el dibujo: los homenajes a la cultura popular occidental son continuos, el interés del autor por la maquinaria… La serie es tan divertida como recordaba. Y, ojo, porque no había vuelto a leer algunas de las sagas, desde su publicación primera en castellano, es decir, hace unos 30 años.

Es curioso, por eso, releerla ahora con otra perspectiva. Es casi como si la hubiera leído en otra vida, y ahora la edad, la experiencia, y el resto de lecturas, te la hacen ver diferente (pero al mismo tiempo disfrutarla como el niño que fui: no sé cómo expresar esta paradoja). Por ejemplo: la serie continúa con el tono de aventura y progresivamente da paso a la acción e incluso la épica (con los torneos, la Cinta Roja). Pero creo que hay un punto de inflexión en el final del segundo torneo de artes marciales, cuando aparece la amenaza de Piccolo. La muerte de Krilín (Ia primera muerte importante entre el elenco, a pesar de que Bola de Drac ha sido una obra en la que la muerte era algo… poco definitivo) arranca un tono más sombrío en la serie. 

Ese tomo inaugura, a mi parecer, un tono más adulto en la historia, en la que los combates van a ser, a partir de ese momento, el motor que mueva la serie. Se ha perdido la candidez de Goku y la ligereza de esas primeras aventuras, donde un adversario podía ser un conejo humanoide que convertía en zanahorias a sus adversarios. Esta dinámica de entrenar para ser más fuerte, y luchar, y volver a entrenar, y luchar, y vencer al súper guerrero que vence al súper guerrero que vence al súper guerrero ya no abandonaría la serie, y sería la piedra de toque que conformaría otras series (sí, hablo de vosotros, Narutos y One Pieces). Toriyama influyó de forma determinante en toda una generación de mangakas.  

No os voy a mentir: me gusta esta primera parte de la serie, me gustaron las siguientes sagas de los saiyajins que llegan a la Tierra, me gustó todo lo de Namek, la inacabable agonía del planeta Namek, y la saga de los androides de Cèl·lula (Cell), pero a partir de ahí (Bu) dejó de interesarme, y por suerte, Toriyama quiso poner punto a la serie (pese a que continuase de otras formas). No sé nada ni quiero saber de nada posterior en el universo de Dragon Ball. De hecho, para mí podría haber finalizado mucho antes de esa última saga.  


Leer estas casi 3000 páginas de Bola de Drac  ha sido como volver a tener 15 años, a disfrutar de una obra que fue fundamental para mí como lector. Porque a pesar de haber leído Mortadelos, Tintíns y Astérixs, lo que hizo que me convirtiera en lector de cómics (y de mangas, sobre todo), fue Bola de Drac. Así, que, sí, terminaré esta edición. Porque es fantástica, y me lleva a esa época de mi vida, y qué puñetas, ahora tengo 45 tacos y me lo puedo permitir. Y Planeta lo sabe. 

31 diciembre 2024

Los mejores cómics de 2024 de Iconotropía


Como siempre, hago un balance de las obras que he leído durante el año. Este 224 he leído 111 cómics (una mejora respecto a los 87 del año pasado), aunque algunas de esas lecturas han sido relecturas, o no-novedades, o material de la Biblioteca Can Sales. En esta entrada destaco los doce que más me han gustado que han sido publicados en 2024: 

· Kneel!!, de Víctor Puchalski (Inuit). La nueva obra de Puchalski (Enter the Kann), un de los mejores autores del no-mainstream español, es una carta de amor al manga de acción y luchas fantásticas con el que muchos crecimos durante los 80 y 90. ¿Puño de la Estrella del Norte, Caballeros del Zodíaco/Saint Seiya? Puchalski lo ha digerido bien y nos ofrece su particular visión en Kneel!!. Tenéis mi reseña completa aquí. [CÓMPRALO EN AMAZON AQUÍ]

· Monstruo, de David Muñoz y Andrés G. Leiva (Astiberri). Una muy inteligente transposición del mito de Frankenstein en la guerra civil española, de los autores que ya habían hecho otra brillante incursión en esa época en 15[CÓMPRALO EN AMAZON AQUÍ]

· Libres para pensar, de Marie Dubois y VVAA (Garbuix Books). Marie Dubois, con la supervisión extra de Jérôme Vermer, Anne Idoux, nos devuelve la historia de mujeres que la historia se ha empeñado en silenciar. Maravilloso cómic, cuya conjunción entre el aspecto didáctico y el buen uso del lenguaje del cómic, así como lo brillante de su presentación visual, lo hace merecedor de un puesto privilegiado en las ediciones de 2024. Tenéis mi reseña completa aquí. [CÓMPRALO EN AMAZON AQUÍ]

· El cóndor y el caníbal, de Víctor Coyote (Astiberri). El cóndor y la caníbal no es una sola historia, es más bien una serie de historias entrelazadas por un punto de unión mínimo que conforman un panorama, un telar en el que se escribe la historia de todo el continente americano. Tenéis mi reseña completa aquí. [CÓMPRALO EN AMAZON AQUÍ]

· Lo sabes aunque no te lo he dicho, de Candela Sierra (Astiberri). Una sorpresa inesperada, un título que demoré mucho porque pensaba que no me gustaría. En este cómic, mediante una serie de breves historias, cuasi cápsulas narrativas o gags, la autora nos habla de forma despiadada sobre la incomunicación de la sociedad de nuestros días, y lo hace con un excepcional e inteligente uso de la gramática del cómic. Tenéis mi reseña completa aquí. [CÓMPRALO EN AMAZON AQUÍ]

· El invasor, de José A. Pérez Ledo y Álex Orbe (Astiberri). Otro título que no esperaba que entrara en mi top a priori y de la que no he podido hablar durante el año. Pérez Ledo y Álex Orbe (autores de la excelente novela gráfica Los enciclopedistas) hacen de esta historia costumbrista, enfocada en la realidad de los jóvenes sin papeles, una emotiva bofetada realizada con una extraordinaria solvencia.   [CÓMPRALO EN AMAZON AQUÍ]

· La carretera, de Manu Larcenet (Norma Editorial). Acostumbrados a ver al Manu Larcenet más caricaturesco en sus viñetas sobre el campo o sus colaboraciones en La Mazmorra, este año nos sorprendió con una adaptación de la excelente novela de Cormac McCarthy. Y el resultado es impresionante. El cambio de registro de Larcenet es brutal, y consigue llevar a imágenes los ásperos diálogos y la narrativa directa de McCarthy, sin quel el cómic tenga nada que envidiarle a la adaptación cinematográfica. [CÓMPRALO EN AMAZON AQUÍ]

 · Nocturnos, de Laura Pérez (Astiberri). Me doy cuenta de que nunca le he dedicado una reseña sesuda a los cómics de Laura Pérez (Tótem, Ocultos, Espanto), y eso que todo lo que ha hecho me ha encantado. Quizá ha sido por la dificultad que me supone hablar de ellos, aunque no debería ser así. En Nocturnos, la autora vuelve a contar pequeñas historias íntimas que se mueven por cauces oníricos, y en las que destaca la capacidad metafórica y evocadora del narrador.  [CÓMPRALO EN AMAZON AQUÍ]

 · Plan de huida, de Agustín Ferrer Casas (Grafito Editorial). Ferrer Casas es un gran narrador y sus cómics son siempre sinónimo de calidad y buena ejecución, y el cómic de este año, Plan de huida, no es una excepción. Este thriller ambientado en la guerra civil con el robo de un cuadro de El Prado como telón de fondo sirve al autor para exhibir su talento, tanto al dibujo, como para las tramas y los diálogos. Tenéis aquí un vistazo al interior. [CÓMPRALO EN AMAZON AQUÍ]

 · ¡Odio desatado!, de Peter Bagge (La Cúpula) ¿Qué voy a decir que no haya dicho ya en otros sitios? Que, como fan de Odio, esta nueva y sorpresiva entregado me ha gustado mucho. Bagge mantiene el nivel y es fantástico retrobarse con estos personajes con los que tantos nos hemos encariñado desde los 90. Tenéis mi reseña completa aquí. [CÓMPRALO EN AMAZON AQUÍ]

· Una fracción de segundo, de Guy Delisle (Astiberri). Aún no he realizado la reseña completa de este título, porque ha sido de los últimos del año en caer, pero puedo adelantar que Guy Delisle, que es un fantástico narrador también (ahí tenéis Pyongyang, Crónicas de juventud, o Escapar), deja aquí su faceta autobiográfica y nos cuenta la historia de Eadweard Muybridge, uno de los pioneros de la fotografía. Delisle sabe hábilmente jugar con el lenguaje de ambos mundos (la fotografía y el cómic) para brindarnos una excelente novela gráfica.  [CÓMPRALO EN AMAZON AQUÍ]

Top de  reediciones:

 · Los sueños del Niñato, de Miguel Gallardo (La Cúpula). Mira que yo no soy muy de la línea chunga de El Víbora, pero estas páginas de Los sueños del Niñato, de Miguel Gallardo, publicadas a través de los años y ahora publicadas aquí en un tomo, me parecen, además de una divertida gamberrada punk, unos ejercicios de estilo de Gallardo excelente, donde se bate el cobre delante de Windsor McCay, Kirby, Schulz, o de quien haga falta. Gallardo se mimetiza y cambia de estilo a cada historieta mostrándonos su versatilidad. El resultado es un cómic increíble. [CÓMPRALO EN AMAZON AQUÍ]

· El prolongado sueño del señor T, de Max (La Cúpula). Ya he comentado que a este Max le tengo un aprecio especial porque fue mi puerta de entrada a este universo. Además de éste, La Cúpula ha reeditado este año su Biblioteca de Turpín, pero yo me quedo con este Señor T, una odisea onírica en la que Max pulsa todas las teclas típicas de él: culturalismo amable, humor inteligente y su extraordinario valor dibujando. Tenéis mi reseña completa aquí. [CÓMPRALO EN AMAZON AQUÍ]

· El nuevo Calvin y Hobbes clásico, de Bill Watterson (Astiberri). La editorial vasca ha seguido publicando la reedición de, no me cansaré de repetirlo, la mejor tira cómica de todos los tiempos. Es que con eso está dicho todo, no creo que haga falta insistir: leer Calvin y Hobbes es una obligación de todo aficionado al cómic. [CÓMPRALO EN AMAZON AQUÍ]

[No me gusta tener que poner enlaces a Amazon, pero este año he perdido la única colaboración remunerada que tenía escribiendo cómics. Te agradecería que entendieras que, si quieres contribuir a que pueda seguir hablando de cómics, compres alguno de estos cómics a través de los enlaces, pero también entiendo que lo que hay que hacer de verdad para que sobrevivan las librerías es cuidarlas.]

07 diciembre 2024

Reseña: '¡Odio desatado!', de Peter Bagge (La Cúpula, 2024)

Peter Bagge revisita la obra más querida por su público. Cuando pensábamos que el autor había hecho un punto y aparte en las desventuras de Buddy Bradley y compañía, hemos tenido noticia de esta continuación. La Cúpula publica en español ¡Odio desatado!, un nuevo capítulo en la vida de este hatajo de perdedores.

En esta nueva entrega de Odio encontraremos historias ambientadas en la época clásica de los personajes (a finales de los 80 o principios de los 90), e historias que prosiguen la vida de Buddy y sus amigos y familia allí donde nos habíamos quedado en la última entrega. Me parece un gran acierto que Peter Bagge haya decidido darle a las historias del pasado una coherencia de estilo acorde: están realizadas en blanco y negro, tal como eran las originales. Por contra, las historietas ubicadas en la actualidad, están realizadas en el color que habitualmente utiliza Bagge. Y a pesar de que el trazo de Bagge también ha ido cambiando en estos 30 años, todo parece encajar en estas historias. Incluso personajes como los padres de Buddy, que hacía tiempo que no aparecían, o Babs en su época adolescente, son como los recordaban.

Se podrá pensar que esta entrega es una especie de recopilatorio de descartes o rellenos de la serie; yo mismo tenía dudas de qué sería esto, que se anunciaba como “un 100% de páginas inéditas”. Pero me he encontrado con un puñado de historias que se insertan dentro de la continuidad de la serie principal, y lo más importante: que siguen en el mismo tono y estilo. El humor socarrón, las situaciones absurdas, los diálogos brillantes y unos personajes que son los que recordamos brillan en esta nueva entrega.

En todo ello también hay que comentar el buen hacer de esta edición española. No sólo la -al parecer- parte de responsabilidad que tiene la editora española Natalia Mosquera en que Bagge haya seguido con Odio, sino por la excelente traducción que ha hecho, como siempre, Hernán Migoya, traducción de la serie desde el principio, acercando a un castellano cercano y actual el desparpajo de los personajes de Peter Bagge.

En ¡Odio desatado! nos volveremos a encontrar con Babs, Apestoso, George Hamilton III… Y sabremos cómo ha pasado el tiempo en familia de Buddy (con éste recuperando su aspecto habitual, alejado del look Popeye del último volumen; y con una madre votante de Trump y un hermano que sigue escorándose hacia la extrema derecha), con su hijo y sus sobrinos. Si Odio, en sus inicios, fueron una ventana a la América de los 90, el afinado lápiz de Bagge sigue aquí ofreciéndonos su visión desencantada de los EEUU actuales con esta nueva entrega.

Para mí, personalmente, debido a mi infinito amor por estos personajes, ¡Odio desatado! es uno de los cómics del año, que demuestra que Bagge sigue en plena forma (¿cuándo ha dejado de estarlo, de hecho?). Si has disfrutado ya de Odio, ni dudes en hacerte con esta entrega.

 

04 noviembre 2024

Reseña: 'El prolongado sueño del sr. T', de Max (La Cúpula, 2024).

 


Voy a empezar con una anécdota personal al hablar de este cómic, y es que cuando fue presentado en Palma cuando apareció por primera vez en 1998, servidor, junto a un amigo, estuvo presente. Era un momento en que, como lector de cómics, me movía entre el manga y los superhéroes, y El prolongado sueño del sr. T fue una de las obras que me lanzó a abrir mis perspectivas en el noveno arte a todo un panorama que no era el de la corriente principal. Por eso, a este Max le tengo un aprecio muy especial. Años más tarde, siendo ya guionista yo mismo, y habiendo escrito mucho en los medios sobre cómics, tendría el honor de presentar al propio Max en la presentación de otra de sus obras ‘¡Oh, diabólica ficción!’, en una librería de Palma. No deja de ser algo bonito, ¿verdad?

En 1998 Max llevaba ya más de dieciséis años de carrera en el cómic, y era uno de los abanderados del comix español que había surgido del underground ochentero. Max había estado en el equipo fundador de El Víbora y estaba en la base de la línea chunga que caracterizó la revista (esto es, un enfoque adulto y alternativo, con fuerte experimentación en el trazo). Entre los autores que destacaban en aquel momento, Max era, por decirlo de alguna manera, el que reclamaba referencias intelectual y filosóficas más ambiciosas: el que veía de forma más clara el potencial narrativo y estético del cómic, y quien podía pensar en él como un artefacto de la alta cultura, sin nada que envidiar de la literatura o el cine. Cinco años, Max y Pere Joan fundaron Nosotros Somos Los Muertos, una revista de cómics de vanguardia, al estilo de la Raw de Art Spiegelman. La conjunción de autores de todo el globo que apostaban por la experimentación gráfica sin duda habría de influir en su estilo posterior.

Y aquí estamos, cuando La Cúpula publica la nueva obra de Francesc Capdevila, nuestro mallorquín de adopción. Soy de la opinión de que El prolongado sueño del sr. T marca un hito en la obra de Max. Con un inicio muy literario (el testimonio que leeremos es el de un personaje que escribe después de un hecho traumático, muy en la vena de Lovecraft o Kafka), el cómic despliega una narrativa que se va enhebrando dentro de sí misma como si de un fractal se tratara. El protagonista va contando el sueño que tiene y cómo va interactuando con los personajes que en él encuentra. 

El prolongado sueño del sr. T es una galería onírica en la que Max puede aprovechar su estructura para replicar las obras medievales y renacentistas que conoce bien: la de historias dentro de historias. Aquí, de la misma manera que en El libro del buen amor o El quijote -obra que sabemos que Max conoce bien- en estas historias dentro de historias se unen al cóctel referencias de todo tipo: el surrealismo (y el interés de este movimiento por el mundo de los sueños), los anacoretas (que Max revisitará en otras obras posteriores, como la gloriosa novela gráfica Vapor), los homenajes a Van Gogh o a Thomas Ott (cuya obra había sido publicada en El Víbora)... Y el resultado es un gran paso adelante en la carrera de Max. Ojo: ya dijimos más arriba que, a estas alturas de su carrera, Max era un autor importante en el panorama nacional. Pero creo que con El prolongado sueño del sr. Tes la primera vez que reclama su sitio entre los grandes de los grandes del cómic español. En su obra posterior no ha ido más que a mejor, al mismo tiempo refinando su trazo, escogiendo cada vez más el jugar con los elementos básicos e imprescindibles para su historia. Él, que había sido un autor inequívocamente barroco, ha pasado por un proceso de estilización digno de los padres del desierto que han poblado algunas de sus páginas. El prolongado sueño del sr. T es una obra clave para entender la obra de Max que se zambullirá en el siglo XXI en la experimentación con los elementos de la gramática del cómic, buscando cuáles son los elementos básicos que la constituyen. No la dejéis de leer.

03 noviembre 2024

Un vistazo a 'Plan de huida' (Agustín Ferrer Casas, Grafito 2024) ¡Se cierra la preventa!

 

Hoy le echamos un vistazo a Plan de huida, el nuevo cómic de Agustín Ferrer Casas, que publicará este que viene Grafito Editorial. Se trata de la trepidante investigación de la posible falsificación durante la guerra civil española de una de las obras de arte más emblemáticas del Museo del Prado, la Mona Lisa. La preventa dura del 1 de octubre al 3 de noviembre. Los envíos se realizarán a partir del 4 de noviembre. El cómic llegará a las librerías el 7 de noviembre. Tenéis la campaña aquí. 

 Algunos datos: 

· Tapa dura.

· Tamaño 20×27cm.

· Color. 

· 128 páginas.

14 octubre 2024

Cierre de una época

Este septiembre se cerró la sección de Ultima Hora que ha albergado mi página de cómic, Tebeo De Verdad. Han sido casi 17 años publicando en la prensa balear, primero de forma regular y luego de manera más esporádica debido a cambios de dirección editorial. Me siento bastante triste por este final de etapa, y ante todo debo agradecer la oportunidad que se me dio para poder hablar con total de libertad de cómics y de esta manera contribuir a la divulgación de este medio que amo, que es el cómic.

Pero eso no quiere decir que deje de charrar de tebeos. Seguiré desde este propio blog, que ha resultado tener un impacto en visitas muchísimo más grande de lo que yo pensaba, y en la web que dirijo, Papel en Blanco

La primera página en aparecer en Ultima Hora. Enero de 2008.

07 octubre 2024

Un vistazo a 'Raíces de ginseng' (Craig Thompson, Astiberri 2024)

 

Hoy le echamos un vistazo a Raíces de ginseng, la nueva obra de Craig Thompson, el autor de la celebrada novela gráfica Blankets, y Adiós Chunky Rice. Publica Astiberri. 

 Algunos datos: 

· Tapa dura 

· Tamaño 16,5×23 cm 

· Bitono. 

· 448 páginas.

22 agosto 2024

'El cóndor y la caníbal', de Víctor Coyote (Astiberri, 2024)

 El cóndor y la caníbal

Víctor Coyote (músico, ilustrador, diseñador, escritor…) siempre ha mostrado un interés genuino por la mezcla -el choque más bien- de culturas en Hispanoamérica. En El cóndor y la caníbal hace gala de ese interés con un breve cómic que puede estar entre los mejores del año. 

Una mujer caníbal (¿o era sólo un rumor?) posa para un pintor holandés, un joven escultor quechua introduce la vanguardia en la imaginería religiosa barroca… El cóndor y la caníbal no es una sola historia, es más bien una serie de historias entrelazadas por un punto de unión mínimo que conforman un panorama. Un telar en el que se escribe la historia de todo un continente. El autor, con esas pequeñas historias, indaga en el pasado americano y plantea temas como el colonialismo, el choque entre las ideas europeas e indígenas, la visión del Otro, la religión…

Decía el gran escritor cubano Alejo Carpentier que Latinoamérica había pasado de los abigarrados jeroglíficos aztecas a las florituras adictas al horror vacui del barroco europeo sin apenas transición. Esa yuxtaposición de motivos era una característica propia de la cultura mestiza hispanoamericana, y es un poco lo que consigue Coyote en su cómic. 

El dibujo de Víctor Coyote orbita en las galaxias de Jorge González (Fueye, ¡Ese maldito Allende! o Dear Patagonia), Javier Olivares o Bartomeu Seguí, por mencionar sus constelaciones limítrofes. Un dibujo visceral del que destaca la fuerza sinuosa del carbón sobre una paleta de color muy contenida.

El cóndor y la caníbal es una coedición entre Astiberri y el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza con motivo de la exposición La memoria colonial en las colecciones Thyssen-Bornemisza, que podéis visitar en Madrid hasta el 20 de octubre de este año.

18 agosto 2024

'Libres para pensar', de VVAA (Garbuix Books, 2024)

 

Que las mujeres han sido sistemáticamente ignoradas en todos los cánones de la historia es un hecho incontestable. Sólo con tremendos esfuerzos, en pleno siglo XXI, seguimos intentando (re)colocar las aportaciones femeninas a la literatura, la filosofía o la ciencia en su justo lugar. Sólo así alcanzaremos la verdadera igualdad: en el conocimiento de los grandes hitos que las mujeres (y hombres) de antaño lograron alcanzar. 

Detalle de la vida de Hildegard von Bingen. 

Libres para pensar, obra de Marie Dubois, con la supervisión extra de Jérôme Vermer, Anne Idoux, bajo una idea de Jean-Philippe Thivet, es una de esas obras que intentar dar voz a las mujeres silencias por un canon secularmente androcéntrico

Por las páginas de Libres para pensar pasan algunas mujeres conocidas como Simone de Beauvoir, Hipatia de Alejnadría, Hildegarda von Bingen o Sei Shonagon (la autora de El libro de la almohada), y otras más desconocidas, quizá, para el gran público, como la poetisa griega Cleobulina, la filósofa francesa Gabrielle Suchon, Louise Michel “la virgen roja”, o la ensayista rusa Nathalie Sarraute. 

Cada una de ellas protagoniza un capítulo narrado por sí misma o por un narrador externo, capítulo en el que de forma cronológica conocemos la vida y obra de estas personalidades, con unas pequeñas píldoras de conocimiento teórico que sintetizan las ideas principales de cada una.

El dibujo de Marie Dubois, de estilo muy sencillo, parece en deuda obligatoria con el de Marjane Satrapi. Pero ese estilo sencillo, con detalles de humor, le sienta muy bien a la obra porque contrarresta el efecto de página saturada que causa el texto, que en no pocas ocasiones es algo excesivo debido a la naturaleza de la obra. En muchas ocasiones, este tipo de novela gráfica tiende a ser demasiado didáctica, y por ende, a cargar con mucho texto la página, lo cual puede llegar a agobiar al lector. No es el caso de ésta, pues Marie Dubois (y hemos de concederle esto a ella, autora casi completa de la obra a pesar de la nómina de portada) se esfuerza en hacer un cómic ligero, muy legible, y además solventando cada minibiografía en el mismo número de páginas. Gráficamente es una delicia de libro.

Detalle de la vida de Hipatia de Alejandría.

Aunque la selección tiene vocación de universal, y me imagino que en algún momento tenían que decidir a quién incluir y a quién no, como obra francesa no puede evitar cierto barrer para casa. Echamos de menos a alguna mujer fuera del ámbito galo como Teresa de Ávila, Gabriela Mistral, Clara Campoamor o Maria Montessori. También hay que decir que se valora el hecho de que no aparezcan las mujeres de siempre en este tipo de obras, como Marie Curie o Ada Lovelace. 

Libres para pensar será otro de los cómics que colocaré en mi top anual. Su conjunción entre el aspecto didáctico y el buen uso del lenguaje del cómic, así como lo brillante de su presentación visual lo hacen merecedor de un puesto privilegiado en las ediciones de 2024. 

[Esta reseña se publica también en Papel en Blanco]

17 agosto 2024

'Lo sabes aunque no te lo he dicho', de Candela Sierra (Astiberri, 2024)

 

Un descubrimiento inesperado. Confieso que el trazo estético y feísta de Candela Sierra no me invitaban a emprender la lectura de Lo sabes aunque no te lo he dicho (Astiberri, 2024), pero una vez empezado no he tenido otro remedio que rendirme a su trabajo. Mediante una serie de breves historias, cuasi cápsulas narrativas o gags, entrelazadas unas con otras con algún elemento secundario a modo de travelling cinematográfico, la autora nos habla de forma despiadada sobre la incomunicación de la sociedad de nuestros días, una sociedad marcada por el vacío de las relaciones personales y la egolatría que nos convierte en descerebrados chauvinistas digitales. 

Y Candela Sierra juega con esa idea, insiste, la retuerce y genera variaciones, poniendo sobre la mesa los recursos del lenguaje del cómic para crear la secuencialidad de las historias. Un profundo conocimiento de la gramática del medio le permite hacer juegos metanarrativos que encajan bien en su propuesta, e incluso se permite algo de humor en esta propuesta inmisericorde, un humor reivindicativo y ácido que por momentos se hermana con el de Flavita Banana. 

¿Escucharnos en diagonal, editar nuestros comentarios orales, comer helados de caca porque es trendy? Si nos está quedando un mundo en el que las relaciones humanas se aniquilan en favor del postureo, los likes y las suscripciones, sólo queda denunciarlo. Y si es de la forma sorprendentemente original, como lo hace Candela Sierra, mejor que mejor. 

Estamos ante una talentosa autora que tiene mucho que aportar al panorama del cómic de nuestro país y que seguiremos con detenimiento. Atent@s, porque Lo sabes aunque no te lo he dicho estará dentro de mi selección anual. No en vano también este cómic estuvo presente también en la selección de la ACDCómic del primer semestre del año.

26 julio 2024

'Melodía sentimental', de Tadao Tsuge (2024)

Tras publicar Mi vida en barco (2019), Gallo Nero recoge en Melodía sentimental una antología de historias cortas de Tadao Tsuge, hermano de Yoshiharu Tsuge y uno de los principales exponentes del manga gekiga. Las historias aquí presentes fueron publicadas originalmente entre 1969 y 1972 y entre ellas hay algunas de las preferidas por el propio autor.

En estos relatos, Tsuge traza un relato desesperado de las clases humildes del Japón urbano tras el final de la Segunda Guerra Mundial: “cuando la gente sólo podía dedicarse a vagar por las ciudades, por los callejones, cabizbajos a causa de la pobreza, por culpa de la escasez de comida”, dice el autor en su epílogo.

Y es que Tsuge vivió en primera persona las penurias económicas y el desempleo de los años que siguieron al desmoronamiento del Japón imperial. En estas historias costumbristas (“tuve que aceptar el hecho de que siguieran considerándome un autor sin risas”, comenta el autor) no hay margen para la esperanza o un nuevo amanecer.

Un ecléctico grupo de personas que esperan su turno para donar sangre y así ganar unos yenes; la vida en el “barrio de las cloacas”, donde un artista frustrado flirtea con una banda de medio pelo donde hay un compañero del colegio; un hombre al que, tras años de leal servicio a la empresa, trasladan a una sede fuera de la ciudad… En estas historias el denominador común es el sordo silencio del fracaso existencial de sus protagonistas y el progresivo desapego que sienten por todo lo que les rodea.

La antología de Gallo Nero recoge seis relatos creados en solo tres años de trabajo de Tsuge, pero aún así se puede observar cierto desarrollo en su trazo, desde un estilo más caricaturesco (Melodía sentimental) a un uso muy inteligente de las sombras y los claroscuros (El barrio de las cloacas). La edición se cierra con un epílogo del autor para la edición española muy revelador para saber cómo se crearon estas historias. 

Con Melodía sentimental, Gallo Nero sigue una línea valiosísima que recupera los tesoros de este particular género del manga para adultos.

[Reseña también compartida en Papel en Blanco]

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