Andrés Rábago, más conocido por El Roto, y anteriormente por Ops (magnífica la recopilación La edad del silencio, que reseñamos hace un tiempo), es un historietista de reconocida trayectoria -desde los tiempos de La codorniz- y que actualmente colabora como humorista gráfico -o deberíamos decir cronista gráfico- en el periódico El País. Este mes Random House Mondadori, bajo su colección Reservoir Books, ha editado una antología de su trabajo diario titulada Viñetas para una crisis, un conjunto de colaboraciones que se centran en la actualidad social que actualmente vivimos.
Si por algo se caracteriza El Roto es por su causticidad: su sutilísima visión no deja escapar ningún aspecto de la compleja realidad que nos rodea y nos asfixia. El escalpelo de Rábago disecciona sin concesiones a los culpables de esta crisis y devuelve un reflejo lleno de ironía y a veces de desolación. No podemos dejar de sonreír al asentir, con el autor, sobre las causas de lo que está ocurriendo, pero también hay que decir que el trasfondo de todo ello es muy triste. Por eso, cada viñeta de El Roto es como una pequeña venganza, una oportunidad de poner las cosas en su sitio, de tener la última palabra. El humor y la ironía son las únicas armas que el autor utiliza para atacar el sistema y desvelar sus interioridades. La sátira no hace concesiones como la realidad no las hace con nosotros.
Pero, lo que me parece de lo mejor del libro es que, por muy negro que el panorama se nos presente, por muy pesimista que pueda parecer El Roto en sus raciones diarias de causticidad, el libro se cierra con una viñeta final donde vemos a un hombre mirando al infinito que dice "Oscurece, por lo tanto amanecerá". Este pequeño detalle, este final tan sobrio pero tan calculado, deja una puerta abierta a la esperanza para el lector y nos da a entender que Rábago también la tiene. Haber hecho un tomo en el que condensar toda la mala leche de los chistes de El Roto hubiera sido fácil. Pero despedirse de esta forma constituye la pirueta final, el broche de oro, la confirmación de la visión humanista del autor. Viñetas para una crisis es un libro que, además de su valor como humor gráfico, constituirá dentro de unos años como un fiel testigo de la época de crisis que actualmente vivimos.
Pero, lo que me parece de lo mejor del libro es que, por muy negro que el panorama se nos presente, por muy pesimista que pueda parecer El Roto en sus raciones diarias de causticidad, el libro se cierra con una viñeta final donde vemos a un hombre mirando al infinito que dice "Oscurece, por lo tanto amanecerá". Este pequeño detalle, este final tan sobrio pero tan calculado, deja una puerta abierta a la esperanza para el lector y nos da a entender que Rábago también la tiene. Haber hecho un tomo en el que condensar toda la mala leche de los chistes de El Roto hubiera sido fácil. Pero despedirse de esta forma constituye la pirueta final, el broche de oro, la confirmación de la visión humanista del autor. Viñetas para una crisis es un libro que, además de su valor como humor gráfico, constituirá dentro de unos años como un fiel testigo de la época de crisis que actualmente vivimos.
2 comentarios:
Com a filòleg, et farà gràcia saber que la professora Rosa Navarro va dir un dia a classe: "El Roto és el principal filòsof d'aquest país. I no ho dic com a boutade, sinó ben seriosament". Idò!
Jo dic el mateix des de fa molt temps. " El Roto és el meu filòsof de capçalera"
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