El todopoderoso Alan Moore ve publicada en nuestro país una de sus obras más recientes, Neonomicón. Efectivamente, si el nombre le ha traído al lector ecos de los relatos de Lovecraft, está en lo cierto: un agente del FBI investiga una serie de asesinatos conectados de alguna manera con una especie de subcultura unida por el rock ácido y las orgías sexuales, todo ello con un trasfondo de secta cthulhiana.
En el prólogo de la obra, el articulista nos es sincero desde el principio: Neonomicón es una obra alimenticia de Alan Moore, escrita para solventar unos problemas de liquidez que tenía. Para ello, se sumergió en toda la cosmología del escritor de Providence (de una u otra manera, ya la había tocado, ni que fuera tangencialmente, en detalles aparecidos en Watchmen o La cosa del pantano) para darle la vuelta como un calcetín: primero, haciendo aflorar el racismo implícito que contenían sus historias, y segunda, haciendo una interpretación sexual de aquellas historias que, precisamente, evitaban el sexo a toda cosa, de forma que todos esos elementos eran sublimados por sus monstruos incomprensibles.
De Alan Moore siempre espera uno algo genial, aunque sea de un encargo hecho por dinero. He de confesar que leí este cómic desde una postura más bien escéptica: los cómics de Avatar no suelen caracterizarse precisamente por su rebosante calidad, y el dibujante, Jance Burrows (Las crónicas de Wormwood, Dark Blue), no es que sea santo de mi devoción: es efectivo, sin más. En Neonomicón, Moore cumple y, sin ser una gran obra ni uno de los cómics que pasarán a la historia, nos deja un cómic curioso con un giro interesante al universo de los Mitos de Cthulhu. A pesar de ser Alan Moore un escritor bastante elegante, llama la atención lo crudo que puede resultar en esta obra. Hay un momento bastante duro en la obra (que no revelaré aquí) que justifica claramente por qué en la portada figura la advertencia "Recomendado para lectores adultos". Sin duda, es algo que Lovecraft no hubiera escrito jamás, pero es una visión interesante a la luz de los tiempos que corren. La interpretación final, de connotaciones casi religiosas, es original y está bien cimentada. Finalmente sabemos por qué el libro de los nombres muertos pasa a ser el libro de los nombres nuevos.
En fin: Neonomicón es una obra que me ha desconcertado bastante, porque, como he comentado, la lectura a la contra que empecé se fue desmontando a medida que avanzaba y, con el final, Moore redime los posibles fallos que tenga el conjunto. Desde luego, como revisión de los Mitos (no "el mito de Cthulhu", en singular, como se empecina en decirnos el prólogo y el texto de contraportada), gustará a los lectores de Lovecraft.
En fin: Neonomicón es una obra que me ha desconcertado bastante, porque, como he comentado, la lectura a la contra que empecé se fue desmontando a medida que avanzaba y, con el final, Moore redime los posibles fallos que tenga el conjunto. Desde luego, como revisión de los Mitos (no "el mito de Cthulhu", en singular, como se empecina en decirnos el prólogo y el texto de contraportada), gustará a los lectores de Lovecraft.
1 comentario:
Esto de ser madre me tiene un poco apartada del mundo comic!!!sólo un poco eh...no sabía de la existencia de esto, y vaya sorpresa, vamos que me lo requeteapunto para comprar próximamente.
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