A finales de los años 90, el título del Capitán América pasaba por horas bajas tras una época mediocre guionizada por Mark Gruenwald, hasta que, poco antes del reseteo que significó Heroes Reborn en Marvel (cuando el Capitán América pasó a las infames manos de Rob Liefield), tomó las riendas de la colección Mark Waid, un autor que supo insuflar nueva vida al título, y que estuvo acompañado a los lápices del fantástico Ron Garney, una etapa que Panini recopiló en dos tomos titulados Operación Renacimiento. Una vez pasado el hiato Liefield, el título se reinició y la tarea volvió a recaer en el susodicho tándem. Ese primer año es el que se recopila en Servir y proteger, la continuación del primer año truncado de Waid al frente del Capitán América. En la obra, Steve Rogers debe enfrentarse a varios enemigos, como el Superskrull o Pesadilla, enemigos que permiten a Waid plantear temas como la globalización mundial (por parte de los valores norteamericanos) y sus efectos colaterales, o la definición de sueño americano -ideal por el que lucha el Capitán América-, la credibilidad de los políticos y la fanatización de las masas. Se trata de una visión más humana y realista que la de los 60, cuando Steve Rogers actúa como un simple icono que ha memorizado sus consignas, pero con todo se aprecia cierto apego a los valores tradicionales norteamericanos, sin llegar -eso sí- a extremos ridículos. Podríamos decir que este Steve Rogers es el último en que brillará la estrella del sueño americano antes del ocaso de éste con el advenimiento del 11-S, y la posterior Civil War de Marvel, y la simbólica muerte del Capitán América.
En el aspecto visual, hemos de destacar el trabajo de Ron Garney y de su entintador Bob Wiacek, cuyo trabajo junto a John Romita Jr. ha dejado en su trazo una huella más que reconocible. A mitad de tomo se nos presenta el sustituo de Garney, un Andy Kubert en horas altas que también trabajó con Wais en la serie regular de Ka-Zar. En resumen, una magnífica etapa que leer de este héroe, aunque no se simpatice mucho con él.
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