27 abril 2025

Reseña de 'En el limbo', de Deb JJ Lee (La Cúpula, 2024)

 

En el limbo es una novela gráfica autobiográfica de Deb JJ Lee que publicó el año pasado La Cúpula y en la que su autora explora las complejidades de la adolescencia, la identidad cultural y la salud mental. Y es que no es la primera vez que, a través de La Cúpula, podemos escuchar esas voces de los márgenes, que, como Tillie Walden, Rosemary Valero-O’Connell o Victoria Ying, moldean su propia identidad en una convulsa sociedad posmoderna. A lo largo de sus más de 370 páginas, Lee narra su experiencia como inmigrante surcoreana en Estados Unidos, detallando su lucha por encajar en una sociedad que la hace sentir constantemente como una extranjera. Con puntos de conexión con otras autoras contemporáneas, incluso en la apuesta gráfica de tonos azulados, como Mariko Tamaki, a obra destaca por su representación honesta y cruda de los desafíos que enfrentó durante su juventud. Desde la presión académica y las dificultades para establecer amistades hasta la tensa relación con su madre, marcada por altas expectativas y conflictos culturales, Lee expone las tensiones que la llevaron a una profunda crisis de identidad y salud mental, incluyendo un intento de suicidio. En el limbo se revela como una mirada íntima a los problemas de una adolescencia que se abre a la vida y todo aquello que la configura.

22 abril 2025

15 recomendaciones de cómic para el Día del Libro 2025

 

Aquí os dejo una selección de títulos para este Sant Jordi 2025. Es ligeramente diferente de la que se ha publicado en Papel en Blanco porque aquí la selección es toda mía, e incluye muchos de los títulos que durante los últimos meses no pude reseñar de forma habitual, pero que quiero destacar. 

1. Ya lo dijimos hace unos años: Stéphane Fert es una fuerza de la naturaleza. Sólo hace falta ojear sus otros títulos, Piel de mil bestias, o Morgana, para ver que cada una de sus viñetas podría ser un lienzo colgado en nuestra pared. En esta ocasión, el autor vuelve a poner toda la carne en el asador para ofrecernos una historia de fantasía, aventura y sororidad, en la vena de su anterior cómic en solitario, dándole un interesante giro a las narrativas de los cuentos tradicionales. Aquí tenemos a una niña (¿semiorca?) que es criada entre brujas (perdón, aquí broxas). Ella será la clave cuando vuelva La Niebla. Acertado cuento sobre empoderamiento femenino, y delicioso cómic tanto en su humor como en su extraordinario dibujo. La caminante de la niebla (tomo 1), de Stéphane Fert (Nuevo Nueve, 2024).

2. Cuatro amigas que rondan los cuarenta tienen una bonita fantasía: poner un local de infusiones, café y libros… Una oportunidad del azar hace que puedan obtener el dinero para hacerla realidad… Y así nace Aguachirri, un negocio que pondrá a prueba su amistad. Aguachirri, la novela gráfica de Cati Baur es como una de esas deliciosas comedias costumbristas francesas, llenas de guiños a la vida cotidiana y divertidas… porque sabemos que la vida puede ser tanto dulce como el hidromiel, como amarga como el café. Aguachirri, de Cati Baur (Garbuix Books, 2024).

3. ¿Quién es Joaquín Pertierra? ¿Es un ilustrador español desconocido, y fallecido? ¿O es una quimera? ¿Es un símbolo, es un heterónimo? Si unimos la extraordinaria fuerza visual de la obra de Javier Olivares, con un juego de espejos muy sabiamente construido, tenemos este híbrido, cosa extraña, o apuesta metacómica que es El enigma Pertierra, que funciona como falsa biografía, catálogo de exposición, una broma dilatada en el tiempo de dos autores de una gran trayectoria, y de paso como exploración de los límites de los géneros dentro del cómic. El enigma Pertierra, de Javier Olivares y Fernando Marías (Astiberri, 2024).

 


4. Una joven americana enamorada de Europa persigue un sueño: crear una librería de literatura americana cuyo nombre es Shakespeare & Co. Esta es la historia de Sylvia Beach. Quizá te suene porque su historia ha sido novelada, e incluso adaptada al cómic anteriormente (Warburg & Beach, de Jorge Carrión y Javier Olivares, en Salamandra). Y es que esta historia de profundo amor por los libros -y, de carambola, del difícil camino por el que la obra maestra de James Joyce, el Ulises, vio la luz- lo tiene todo para gustar a un bibliófilo. Las autoras se basan en los hechos para crear un cómic que fluye como un sueño, o como un poema, y en todo ello, la voz de Sylvia Beach, una de esas mujeres valientes que han marcado el siglo XX. Sylvia Beach, de Emilia Cinzia Perri y Silvia Vanni (Liana Editorial, 2024).

5. A las hermanas Tamaki las descubrimos en la preciosa novela gráfica Aquel verano. Después de muchos años, ambas vuelven a formar tándem para contar esta historia de amistad, amor y viajes universitarios. Cambio de registro estilístico en Roaming para esta historia urbana en la que lo importante es el desarrollo de los personajes, los silencios, los gestos. Costumbrismo, sentimientos, pequeñas historias. Roaming, de Jillian Tamaki y Mariko Tamaki (La Cúpula, 2024).

6. Vivimos sobre los cimientos de una cultura heteropatriarcal, eso creo que lo tenemos todos claro. En Hágase la luz, Liana Finck hace una original reescritura del Génesis: en ella, Dios es una mujer. No es perfecta y, como suele ocurrir, a veces duda de sí misma. También se siente sola. Una humanizada divinidad que no las tiene todas consigo le sirve a Finck par reflexionar sobre qué significa ser humano o cómo debemos tratarnos los unos a los otros. Que no os engañe la apariencia naïf, aquí la autora reflexiona de forma brillante sobre la manera en que hemos pensado nuestra sociedad. Hágase la luz, de Liana Finck (Libros del Zorro Rojo, 2024).

 

7. Gallo Nero es el buque insignia de gekiga en nuestro país. Esta editorial nos ha traído lo mejor del cómic costumbrista japonés indie, y uno de sus últimos títulos que ha aportado a su catológo es Flight, de Kuniko Tsurita. La madrina del manga experimental japonés, lamentable fallecida antes de cumplir 40, fue la primera mujer que publicó en la histórica revista Garo. Flight es una antología de veintinueve historias que contienen estilos y géneros muy diferentes: desde el costumbrismo más propio del gekiga, hasta ciencia ficción, pasando por historias más surrealistas. Todo un legado que influyó en muchos mangakas posteriores. Flight, de Kuniko Tsurita (Gallo Nero, 2025).

8. Jeff Smith vuelve a su obra maestra, de nuevo en forma de spin-off, tras el volumen de Estúpidas, estúpidas mostrorratas. Aquí, junto a Tom Sniegoski, se rodea de una nómina de autores muy interesante (Stan Sakai, Katie Cook, Matt Smith, Scott Brown) para estas historias en la que los bones y su pequeña mostrorrata adoptada llevan a un grupo de jóvenes exploradores a un lugar legendario que los primos Bone encontraron cuando eran niños. Lo mejor: las páginas del propio y añorado Jeff Smith. Bone: Los scouts de Bone, de Jeff Smitth y VVAA (Astiberri, 2025).

9. Enric Pujadas ganó, junto al dibujante Gonzalo Aeneas, el premio Ciutat de Palma de Cómic 2020 con Las olimpiadas del sufrimiento, un tebeo que no ha recibido por mi parte, hasta ahora, el trato justo que merece. En la mejor vena del cómic que profundiza en el slice of life para contar una historia personal de crisis, Pujadas relata aquí la historia de su aquí compañero de armas, Gonzalo Aeneas, una historia de depresión real, de muerte y renacimiento, con una pericia absoluta. Personalmente, para mí esta obra tiene un plus y es que conozco en persona a muchas de las personas que desfilan por sus página, con lo que la sensación de mezcla entre realidad y ficción me fascina. Aeneas tiene una buena papeleta al tener que ilustrar su propia historia, pero no sólo la salva sino que lo hace con buena nota. Ambos ponen en juego multitud de registros y estilos que adaptan a la historia, consiguiendo llevar el cómic al nivel de grandes como David B. o Dupuy-Berberian. Un magnífico, magnífico cómic. Las olimpiadas del sufrimiento, de Enric Pujadas y Gonzalo Aeneas (Dolmen, 2022).


10. Hisashi Sakaguchi, el malogrado mangaka autor de una obra maestra como Ikkyu, entrega aquí una historia bélica ambientada en la IIGM, cuando la Alemania nazi invade Yugoslavia. Krilo, un joven que pierde a su hermano mayor por sus ideas políticas, se ve abocado a un conflicto y a la vez que intenta rescatar a su amiga de la infancia, tendrá que luchar por liberar su país. Flores de piedra es un manga en cinco entregas en el que podemos disfrutar del fantástico trazo de este autor que nos dejó antes de tiempo. Flores de piedra, de Hisashi Sakaguchi (Planeta, 2024).

11. Una de las series más importantes de los últimos veinte años del cómic español que hay que leer. No en vano su autor, Santiago Valenzuela, consiguió el Premio Nacional de Cómic en 2011. Valenzuela creo un universo propio en su Micromundo y, entre el sentido épico, pero a la vez ridículo, sitúa la reflexión que aporta su cómic al nivel de la alta cultura. Lo reconocemos: es un cómic al que es difícil hincarle el diente, especialmente si es un lector casual, debido a la cantidad ingente que tiene de texto, especialmente en sus primeras entregas, pero al mismo tiempo la obra recompensa al lector si éste hace el esfuerzo que la obra merece. Las aventuras del capitán Torrezno, de Santiago Valenzuela (Astiberri, en edición - 5 tomos por ahora).

12. Siempre digo que Autsaider nunca me decepciona con los títulos que publica. Y esta vez no va a ser la ocasión en que lo haga, porque Black Metal tenía todas las papeletas para gustarme: esto es, ¿black metal noruego? ¿Y de la mano de Magius, el autor de otros prodigiosos cómics como son Primavera en Madrid y El método Gemini? No podía fallar, y la verdad es que la manera en que el autor convierte los sucesos del nacimiento de la primera ola de black metal noruego en una cuento infantil para adultos, recreándose en la estética lowfi-diy-cutre de aquel movimiento, es genial, es maravilloso. Black metal es una experiencia descacharrante, y en cuanto lo lees te dan ganas de ponerte los primeros discos de Emperor o Immortal a toda hostia. Black metal ist krieg! Black metal, de Magius (Autsaider, 2025).

 


13. Si siempre os hizo gracia la versión de Fernando Fernán Gómez de La venganza de don Mendo, la descacharrante obra de teatro publicada en 1918, estáis de suerte porque Ricardo Vílbor y Flores volvieron sobre ella para crear un divertidísimo cómic publicado por Grafito, que con su premisa gráfica puede ser el relevo para nuevas generaciones de lectores. ¡Con un 100% de respeto a los ripios de Muñoz Seca! La venganza de don Mendo, de Vílbor y Flores (Grafito, 2023)

 14. El maravilloso trazo y arte de Gaëlle Geniller lo conocimos en Rosa. Y ahora no sólo se confirma, sino que sube la autora sube la apuesta. En Después de medianoche, el preciosista dibujo de Geniller acompaña a una historia de misterio finisecular, en la que un padre y un hijo se mudan a una inmensa mansión y donde una presencia se pone en contacto con el pequeño. Vibras literarias de Shirley Jackson y Bioy Casares en esta novela gráfica avasalladora donde cada página se convierte en una póster que colgar en tu habitación. Después de medianoche, Gaëlle Geniller (La Cúpula, 2025).

 15. Y para terminar, uno de los mejores comicarros que me he podido leer en lo que va de año, El peso de los héroes confirma a David Sala (tras su adaptación de la novela de Zweig El jugador de ajedrez) como uno de los autores más destacados del panorama del cómic español actual. En esta novela gráfica de gran formato, como corresponde para apreciar el trabajo de ilustración y color que ha hecho el autor, conocemos la historia de los abuelos de Sala, uno deportado a Matthausen y otro internado en Argelès-sur-Mer, pero sobre todo el peso de la memoria y de la identidad sobre su familia. La manera en que Sala representa esta reconstrucción de su familia es impresionante. El peso de los héroes, de David Sala (Astiberri, 2025).

15 abril 2025

'Truman Capote: Regreso a Garden City', de Nadar y Xavier Bétacourt (Astiberri, 2024)

 

Pep Domingo Nadar es uno de los mejores exponentes de la novela gráfica española actual. Su dibujo es sencillamente uno de los mejores, heredero de la bd europea, pero también reflejando posibles influencias de David Mazzuchelli, Kubert padre o Jordi Bernet. Nadar, aunque no guioniza, parece sentirse atraído por las historias relacionadas con el cine, y, junto a Fatty, el primer rey de Hollywood y El cineasta (ambas con guiones de Julien Frey y publicadas por Astiberri), ahora ilustra los guiones de Xavier Bétaucourt, periodista cuya pasión es firmar cómics documentales. Y en éste no hace una excepción, porque nos lleva a marzo de 1967, cuando el escritor Truman Capote viaja a Garden City para visitar el rodaje de la adaptación de su famosa novela A sangre fría, una historia que ahora llamaríamos true crime sobre un familia asesinada. Esas circunstancias permiten a los autores contar esta historia metacinematográfica, donde se mezcla el carácter de Capote, la difícil conciliación de realidad y ficción, la industria cinematográfica… Ofreciendo un cuadro que retrata muy bien tanto la época como al atribulado escritor. Todo, con el delicioso estilo del dibujante castellonense.

14 abril 2025

'Palomar', de Beto Hernández (La Cúpula, 2024)

 

Los aficionados al cómic estamos de suerte porque entre el año pasado La Cúpula está recuperando en soberbios integrales los trabajos de los hermanos Hernández. El año pasado inició la edición de Palomar, del que vimos el primer volumen hace un año.

Recogen estas páginas la primera tanda cronológica de historietas que Beto Hernandez localizó en su Macondo particular (Palomar), localizado al otro lado de la frontera de los Estados Unidos, donde un puñado de mujeres y hombres memorables gozan, penan, desfallecen o resisten según la meteorología, la circunstancia y las vicisitudes. La relevancia de Palomar radica en su capacidad para fusionar la tradición del cómic underground con una narrativa literaria rica y personajes complejos. A través de figuras como Luba, una mujer fuerte y ambigua que ejerce un liderazgo natural en la comunidad, Hernández construye un universo donde las relaciones interpersonales, la identidad cultural y las tensiones sociales adquieren un peso narrativo inusual en el medio. Palomar es historia viva del cómic indie y esta edición es la mejor ocasión de hacerse con esta obra.

13 abril 2025

'Vivian Maier: En la superficie de un espejo', de Paulina Spucches (Garbuix Books, 2024)

Vivian Maier. En la superficie de un espejo – Garbuix Books

Casi como una correspondencia con el anterior título (Gabriele Münter: Las tierras azules), quiero destacar la lectura de Vivian Maier: En la superficie de un espejo, una novela gráfica que Garbuix Books editó muy cercana a la anterior. Pero la relación entre ambas obras no se acaba en que compartieron espacio en un tiempo cercano. Paulina Spucches, la autora de esta novela gráfica, y Mayte Alvarado (la ídem de Gabriele Münter), además, coinciden en un tratamiento naïf del dibujo, poco académico, que utiliza de forma expresionista el color. 

Pero en el caso de Vivian Maier, fotógrafa desde mediados de los años 50 del siglo XX, más allá de la factura estilística, la historia de fondo resulta más atractiva que la de Münter, puesto que la obra de Maier había sido completamente ignorada hasta que se encontraron casi por casualidad sus rollos de película fotográfica ¡ojo, en 2009! Y a partir de esa fecha empezó a reivindicarse la figura, como decíamos en la anterior reseña, en un canon por lo demás siempre androcéntrico. Una historia íntima que a la vez se abre a la reflexión sobre la función del arte y cómo este configura nuestras vidas.

12 abril 2025

'Gabriele Münter: Las tierras azules', de Mayte Alvarado (Astiberri, 2024)

 

Gabriele Münter: las tierras azules

Si hay una cosa que me interesa leer, son los biopics de artistas, sean músicos, pintores o escritores. Como humilde creador, siempre me han parecido muy inspiradores, aunque no se trataran de artistas del campo en el que yo pueda aportar algo. Y aquí Mayte Alvarado da en el clavo. Alvarado viene del mundo de la Comunicación Audiovisual, pero su relación con el cómic se remonta a 2012, con sus primeros fancines, hasta llegar al premio a la autora emergente de la ACDCómic de 2022. En Gabriele Münter: las tierras azules, una obra coeditada con el Museo Thyssen, la autora traza la vida de Gabriele Münter, pintora expresionista y una de las fundadoras del movimiento Der Blaue Reiter, desde su llegada al pueblo de Murnau, hasta su estancia en París. Destaca, sobre todo, la representación/ reinterpretación de los cuadros de la propia Münter a cargo de Alvarado, que se convierte en un interesante diálogo entre ambas autoras. Y en todo ello, una reflexión sobre el arte (la vida), y sobre todo, el color. Magnífica oportunidad, además, para conocer la obra de una pintora de la que apenas sabemos por el canon androcéntrico del arte.

01 abril 2025

Reseña: 'La muerte en Trieste', de Jason (Astiberri, 2025)


Si hay un autor de cómic capaz de mezclar la nostalgia con la ironía, la tragedia con el absurdo y la estética minimalista con una carga emocional demoledora, ese es John Arne Sæterøy, más conocido como Jason. Este dibujante noruego, nacido en 1965, ha desarrollado una obra singular, fácilmente reconocible tanto por su estilo gráfico como por su manera de narrar. En el panorama del cómic contemporáneo, donde la experimentación y la autoría han alcanzado cotas impresionantes, Jason se erige como un narrador de historias sencillas en apariencia, pero con una profundidad que golpea con suavidad, casi sin que nos demos cuenta.

Su estilo de dibujo es inconfundible: personajes antropomorfos de líneas limpias, con una clara influencia de la línea clara franco-belga, pero desprovistos de artificios. Ojos inexpresivos, cuerpos hieráticos y un uso del color sobrio -cuando lo hay- contribuyen a la sensación de desapego emocional que, paradójicamente, hace sus relatos aún más conmovedores. Jason recurre a esta economía visual para generar historias que parecen frías en la superficie, pero que esconden un corazón palpitante. Su trazo es meticuloso, con una narrativa pausada que bebe del cine clásico, en especial del cine negro y la comedia muda, que siempre utiliza de fondo como referente.

Las temáticas que aborda son amplias, pero hay elementos recurrentes en su obra: el amor perdido, la soledad, el paso del tiempo, la muerte, el absurdo de la existencia y la nostalgia de un pasado que nunca volverá. Muchas de sus historias están impregnadas de referencias a la cultura pop, a la literatura y al cine, y a menudo mezcla géneros sin temor. En sus cómics podemos encontrar relatos de gánsteres con viajes en el tiempo, historias de amor en un mundo habitado por zombis o reflexiones filosóficas disfrazadas de relatos de aventuras. Hay un humor soterrado en sus páginas, un sentido de la ironía que hace que la tragedia sea aún más dolorosa. Su narrativa es cinematográfica, con silencios que pesan más que las palabras y miradas vacías que contienen todo un mundo de emociones.

 

En España, Jason ha sido publicado principalmente por la editorial Astiberri, que ha acercado al público hispanohablante algunas de sus mejores obras. Entre ellas destaca Yo maté a Adolf Hitler, una de sus historias más celebradas (y mi puerta de entrada a este autor), donde un asesino a sueldo viaja en el tiempo para acabar con el dictador, pero termina atrapado en una historia de amor imposible. También encontramos El loro de Frida Kahlo, donde el autor hace lo que más le gusta hacer: reuniones imposibles y juegos con personajes como El Santo, Chet Baker, o la misma Frida.

En La muerte en Trieste (Astiberri, 2025), la última obra del autor noruego publicada en España, Jason hace una nueva pirueta narrativa. Imbuido del espíritu de Magritte y de los dadaístas, protagonistas de algunas de las tramas que este nuevo volumen presenta, parece que toma prestado el carácter experimental y gamberro de las vanguardias originales para desarrollar unas historias donde la lógica parece romperse y la coherencia de la narrativa es un obstáculo a salvar a expensas de conseguir un ejercicio más orgánico, más visceral. Y así, como es costumbre en este autor, nos vamos a encontrar una mezcla de lo más heterogénea: Marlene Dietrich, Nosferatu, Rasputín, David Bowie, agentes secretos, república de Weimar… Todo vale para dar con la fórmula que sorprenda al lector. La muerte en Trieste me parece un ejercicio valiente, bizarro (en todas sus acepciones castellanas aceptadas o no), aunque también he de decir que no es mi Jason favorito: creo que me quedo con entregas sin tanta experimentación como La momia misteriosa (Astiberri, 2015) o Amanecer roto (Astiberri, 2024).

27 febrero 2025

Reseña: 'La calavera', de Jon Klassen (Blackie Books, 2024)


El año pasado ya os hablé de este libro como uno de los mejores de 2024. Hoy me gustaría volver un poco sobre él porque la verdad es que me tiene enamorado. Cada vez que lo leo, solo o con mi hija, me embarga un síndrome de Stendhal difícil de superar. Os explico por qué.

En La calavera, cuento de Jon Klassen, publicado por Blackie Books y traducido por Gemma Rovira, encontramos a una pequeña niña, Otilia. Otilia, en plena noche, mientras todos duermen, se escapa. No sabemos de dónde, no sabemos de quién, pero huye al bosque en plena noche invernal. En su periplo se encontrará con una silente y aún así parlante calavera. Otilia y la calavera exploran la casa, bailan en el salón, y la calavera confiesa que hay un esqueleto que la busca. Entre ellos se establecerá una relación especular: la constante agresió que sufre la calavera tiene eco en el motivo personal (y que no sabemos) por el que Otilia huye.

Y esto es, básicamente, la trama de esta historia, que el autor nos explica que está basada en una leyenda popular tirolesa. 

El texto se distribuye de forma muy inteligente para dar protagonismo a la ilustración, que es sin duda uno de los puntos fuertes de la historia. La estética retro, de animación checoslovaca o soviética, es el corazón de este cuentito gótico, y le queda como un guante. 

Lo interesante es que, en esta versión de un cuento tradicional, como casi todos, tenemos la interpretación superficial, que puede leerse a los niños, sobre una niña muy valiente y la superación de la adversidad, donde el bien vence al mal, pero luego tenemos la interpretación adulta, igual de interesante. Hay muchas más implicaciones en el cuento, pero no hace falta que hagamos una digresión aquí. Baste decir que el subtexto del cuento es riquísimo y se abre a múltiples reflexiones al lector.

Es por eso, y por el impresionante arte de Klassen que hace que cada página sea una pequeña obrita de arte, que para nosotros, La calavera fuera uno de los libros de 2024.

26 febrero 2025

Dragon Ball Legend y lo que pasó cuando compré el cofre

 

Cuando Dragon Ball empezó a emitirse en TV3, servidor tenía 10 años. El día que se emitió el primer capítulo, iba yo contento a poner Dr. Slump, cuando vi perplejo que no lo hacían, sino que emitían otra cosa, algo de un niño con una cola. No me interesó: cambié en canal y conecté mi MSX para jugar a algún juego. 

Y aquí estamos, 35 años más tarde, cuando, después de haber comprado toda la primera Edición Blanca y Edición Roja en grapa (y lomito), y cinco tomos de la edición kanzeban ultimate, encargo el cofre Dragon Ball Legend. A lo largo de las semanas pasé por varios estados de ánimo sobre el dispendio que estaba a punto de hacer/había hecho. 

En primer lugar, al ver el anuncio y las características, pensé “Buf, qué pasada. Es la hora de tener Bola de Drac (porque, además, la edición está disponible en catalán y castellano, y para mí, Dragon Ball está unida inextricablemente a su versión en catalán) completa en una edición chula. A por ella.”

Cuando pasé por caja, con mi triste cartera vacía, mi pensamiento fue “Me he pasado. Compraré este cofre (es el primero de tres) y ya está. Al fin y al cabo, es la etapa de Bola de Drac que más me gusta”. Justo en ese momento mi librero me dijo “¿Te guardo las otras?”, y mi cerebro reptiliano contestó: “¡Sí!”.

Seis tomos y casi tres mil páginas después, mis pensamientos son “buf, qué pasada. Voy a comprarlo todo”. Os voy a explicar por qué he llegado a esta decisión.


 

Porque ciertamente, la edición no es barata. ¿Vale lo que cuesta? La edición del cofre es inicialmente 150€, es decir, 25€ por tomo, tomos que son de extensión variable, pero que suman 2750 páginas en total. 25€ es una pasta, considerando que son de tapa blanda y que es una obra que está amortizadísima de tantas ediciones que ha tenido. Por otro lado, la edición es buena, el tamaño del formato Shonen Jump permite disfrutar bien del dibujo de Toriyama (¡cuánto agradezco que hayamos desterrado el formato de los primeros y diminutos tomos manga que conocimos en los 90!), se incluyen las páginas a color y bitono, cada tomo aporta dos pequeños pósters desplegables, y hasta lo que yo sé, la traducción (y por tanto, la rotulación) es nueva.  En el interior, tenemos algunas páginas de información histórica, cronologías y curiosidades, y se incluyen todas las portadillas de Shonen Jump delante de cada capítulo. Además del recio y bonito cofre para guardar los tomos. Así pues, ¿vale lo que cuesta? Francamente, a pesar de todo lo que ofrece, me sigue pareciendo un dineral. Pero lo he pagado y no me arrepiento.

Este primer cofre incluye seis tomos que van desde el inicio de la serie hasta la muerte de Piccolo/Satanás Cor Petit, cuando Goku sube la torre de Karin para entrenarse con el Todopoderoso. Los tomos se dividen en: la primera búsqueda de las bolas, el primero torneo de artes marciales, la saga del Ejército de la Cinta Roja (en dos tomos), el segundo torneo y la saga de Piccolo. 


 

La serie, que empieza con un tono de aventura y humor, y si queréis, con un toque que ahora se nos antoja naïf (y, paradójicamente, con escenas sexistas que han envejecido muy mal), con la búsqueda de las bolas de dragón, y es la que muchos recordamos con más cariño. El estilo de Toriyama enlaza con la de su anterior serie, Dr. Slump, a pesar de que aquí el humor no es tan disparatado. Tori está pletórico en el dibujo: los homenajes a la cultura popular occidental son continuos, el interés del autor por la maquinaria… La serie es tan divertida como recordaba. Y, ojo, porque no había vuelto a leer algunas de las sagas, desde su publicación primera en castellano, es decir, hace unos 30 años.

Es curioso, por eso, releerla ahora con otra perspectiva. Es casi como si la hubiera leído en otra vida, y ahora la edad, la experiencia, y el resto de lecturas, te la hacen ver diferente (pero al mismo tiempo disfrutarla como el niño que fui: no sé cómo expresar esta paradoja). Por ejemplo: la serie continúa con el tono de aventura y progresivamente da paso a la acción e incluso la épica (con los torneos, la Cinta Roja). Pero creo que hay un punto de inflexión en el final del segundo torneo de artes marciales, cuando aparece la amenaza de Piccolo. La muerte de Krilín (Ia primera muerte importante entre el elenco, a pesar de que Bola de Drac ha sido una obra en la que la muerte era algo… poco definitivo) arranca un tono más sombrío en la serie. 

Ese tomo inaugura, a mi parecer, un tono más adulto en la historia, en la que los combates van a ser, a partir de ese momento, el motor que mueva la serie. Se ha perdido la candidez de Goku y la ligereza de esas primeras aventuras, donde un adversario podía ser un conejo humanoide que convertía en zanahorias a sus adversarios. Esta dinámica de entrenar para ser más fuerte, y luchar, y volver a entrenar, y luchar, y vencer al súper guerrero que vence al súper guerrero que vence al súper guerrero ya no abandonaría la serie, y sería la piedra de toque que conformaría otras series (sí, hablo de vosotros, Narutos y One Pieces). Toriyama influyó de forma determinante en toda una generación de mangakas.  

No os voy a mentir: me gusta esta primera parte de la serie, me gustaron las siguientes sagas de los saiyajins que llegan a la Tierra, me gustó todo lo de Namek, la inacabable agonía del planeta Namek, y la saga de los androides de Cèl·lula (Cell), pero a partir de ahí (Bu) dejó de interesarme, y por suerte, Toriyama quiso poner punto a la serie (pese a que continuase de otras formas). No sé nada ni quiero saber de nada posterior en el universo de Dragon Ball. De hecho, para mí podría haber finalizado mucho antes de esa última saga.  


Leer estas casi 3000 páginas de Bola de Drac  ha sido como volver a tener 15 años, a disfrutar de una obra que fue fundamental para mí como lector. Porque a pesar de haber leído Mortadelos, Tintíns y Astérixs, lo que hizo que me convirtiera en lector de cómics (y de mangas, sobre todo), fue Bola de Drac. Así, que, sí, terminaré esta edición. Porque es fantástica, y me lleva a esa época de mi vida, y qué puñetas, ahora tengo 45 tacos y me lo puedo permitir. Y Planeta lo sabe. 

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