27 junio 2010

Reseñas en UH: Kick-Ass y Hansel y Gretel

(Imagen de la sección aparecida en el diario. Click para ampliar)

TdV 110: Relecturas

Tradición y modernidad no son a veces tan difíciles de combinar como creemos. Esta semana tenemos el ejemplo: un cómic que da una vuelta de tuerca más a los superhéroes y una atractiva adaptación visual de una historia de los Grimm.

· Kick-Ass. Mark Millar y John Romita Jr. Panini, 2010. El género de los superhéroes ya tiene más de sesenta años y en muchas ocasiones parece enquistado por su propia endogamia. Pero siempre ha habido creadores que han llevado al género un paso más allá de sus límites. Así, en los años 80, Frank Miller con su Batman o Alan Moore con sus Watchmen hicieron madurar unos héroes que habían sido muy cándidos hasta entonces. En los 90, la revisión fue más de carácter visual, pero vacía de contenido (el Spawn de Todd McFarlane como epítome), y a partir de entonces, guionistas como Kurt Busiek (Astrocity) o el que hoy nos ocupa, Mark Millar (The Authority, Ultimates), han intentado acercar el mundo de los superhéroes a la realidad, dejando atrás ciertas premisas del género que pedían al lector la suspensión de la verosimilitud. En Kick-Ass, Millar plantea algo que sorprende por lo sencillo de su planteamiento ("¿cómo es que a nadie se le había ocurrido antes?", se pregunta en un momento el protagonista de la historia): ¿qué ocurriría si alguien "normal" se pusiera un buen día a hacer de superhéroe? Bajo esta premisa corre un cómic ágil, bien narrado, ultraviolento (recomendado para lectores adultos), al que algunos han comparado a Tarantino pero en viñetas. Le acompaña al dibujo un John Romita Jr. (Thor, Spiderman, Daredevil, etc.) en horas altas. Si han visto la película, no dejen de leer el cómic, que está mucho mejor.

· Hansel y Gretel. Lorenzo Mattotti. Libros del Zorro Rojo, 2010. Nada hay como el corazón de la tradición cuentística europea latiendo en historias como la de Hansel y Gretel, de los hermanos Grimm. Todos conocerán la historia: dos hermanitos que, por las penurias de sus padres, se ven abandonados en mitad del bosque y una bruja intenta zampárselos. Si revisitamos el cuento, vemos que no tiene nada de políticamente correcto: en él, los padres deciden alegremente prescindir de sus hijos ante la hambruna; y cerca del final, Gretel no tiene reparos en cometer en un gerontocidio cuando la malvada vieja que quiere comérselos se pone a tiro. Insisto: cuentos tal como fueron escritos, sin edulcorar ni censurar, y que han educado a nuestros pequeños desde hace generaciones. Y no les ha pasado nada. El valor de cuentos como éste aumenta en la edición de Libros del Zorro Rojo, en una impresionante edición ilustrada por el italiano Lorenzo Mattotti (Estigmas) que usa un sobrio blanco y negro que sugiere, más que explicita, toda la naturaleza del relato. Una magnífica joya de la edición que se aprecia con todos los sentidos. [Tenéis una ampliación de esta reseña en Cisne Negro]

Breves
· El hijo de Hitler. Pieter de Poortere. Glénat, 2010. Pieter de Poortere ha tenido bastante éxito en su país, Holanda, y ahora Glénat edita en España su álbum El hijo de Hitler, un tebeo cómico y sin palabras que fantasea sobre la posibilidad de un hijo que el führer habría tenido siendo soldado. El cómic navega entre el humor negro y la falsa ternura que inspiran sus personajes, con un dibujo amable y lleno de detalles que se completa con dobles páginas al estilo de Dónde está Wally.

· Pirueta. Charles Dutertre. Ed. Una china en mi zapato, 2010. Una china en mi zapato se estrena en el mundo editorial con el delicioso álbum Pirueta, del francés Charles Dutertre. Con una estética ciertamente naïf, el autor se encarga de rememorar su infancia en el campo francés durante los veranos que pasaba con sus abuelos. Los recuerdos van fluyendo y de lo insustancial llegamos a fragmentos de emoción contenida muy bien narrados. Una sorpresa muy agradable y una lectura muy recomendada.

· Chosp. Alessandro Barbucci. Planeta, 2010. Barbucci, autor de Skydoll, se pasa en esta obra al manga. ¡Y cómo! Su estilización de rasgos es genial; es mejor que algunos autores japoneses. En Chosp, cuenta la historia del hijo de los gobernadores de Tee-ville. Dentro de un mundo de guapos, Chosp es más feo que un pecado, por lo que resuelve ir en busca de sus orígenes. Tebeo hilarante y fresco, en él Barbucci da rienda suelta a su dibujo más caricaturesco.

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