TdV96: Frankenstein vs Frankenstein
En 1818, Mary Shelley escribió la novela Frankenstein o el moderno Prometeo, que quedaría como una de esas obras maestras de la literatura que el cine, más tarde, se encargaría de inmortalizar indefinidamente. En pocos meses, han coincidido en las librerías dos adaptaciones al cómic diferentes de esta obra, que hoy analizaremos.
La novela original de Shelley contenía un tema típicamente romántico. Como el Prometeo clásico, Frankenstein transgrede las leyes naturales al intentar crear vida. Esa criatura, surgida de la muerte, no será el monstruo idiota que Hollywood retrató y cuya iconografía fijó Boris Karloff, sino que es una criatura doliente, que como el ser humano, se pregunta por qué ha sido lanzado a la existencia. Y, ante el horror que sienten ante él los otros, sólo le queda el mal como forma de expresión. Las adaptaciones que hoy tenemos de esta novela son bastante fieles a la idea original de la obra: el Monstruo es un ser pensante que se interroga sobre su destino. En el caso del Frankenstein de Marion Mousse (SM), la adaptación se publicó en Francia en tres álbumes que suman 140 páginas, con lo que el autor -que usa un pseudónimo femenino- no necesita recortar (y por tanto, tergiversar) la novela ni saturarla de textos del narrador. De hecho, éstos son los justos: la narración gráfica está muy bien usada y no son necesarios. El estilo y el color usado por Mousse son muy de la nueva ola francesa: un dibujo sencillo y expresivo con una gama de colores planos bien usada. Radicalmente distinta, al menos en su planteamiento gráfico, es la opción que han elegido los dos autores españoles de la versión que publica Parramón. Anteriormente ya vimos el fruto de su colaboración en Pincel de Zorro (Ondina), y ahora, en esta ocasión, Sergio Sierra y Meritxell Ribas cuentan en 94 páginas su particular idea de Frankenstein. A la buena adaptación del texto de Sierra hay que añadir el colosal trabajo de Meritxell al grattage, que consigue dotar al dibujo de un ambiente oscuro y plomizo de acuerdo con la historia. El ingente trabajo de la artista con el raspado no debe hacer olvidar su peculiar estilo gráfico, entre lo naif y ciertas deudas manga (¿Leiji Matsumoto? ¿Riyoko Ikeda?), en una versión que es realmente recomendable. En resumen, tanto si buscan acercarse por primera vez al espíritu del Frankenstein, como si les interesan las adaptaciones, ambas obras les resultarán muy gratas. Frankenstein. Marion Mousse. SM, 2009. Frankenstein. Sergio Sierra y Meritxell Ribas. Parramón, 2009.
Breves
· Iron Man: Extremis. Warren Ellis y Adi Granov. Panini, 2010. Tony Stark, el portador de la armadura de Iron Man, rememora su pasado como millonario filántropo, superhéroe y vendedor de armas. Estas contradicciones de un personaje como él son las que toca la serie Iron Man: Extremis, creada por el siempre interesante guionista Warren Ellis (Transmetropolitan, The Authority) y los dibujos hiperrealistas de Adi Granov (diseñador de la película de Iron Man).
· Lobezno. Das Pastoras y varios. Panini, 2010. Una de las novedades interesantes que Panini anuncia para el mes de abril dentro de su línea de cómics Marvel es el tomo de Lobezno que contiene dos brutales historias con un denominador común: las extraordinarias ilustraciones del dibujante y portadista gallego Julio Martínez Pérez, más conocido como Das Pastoras (Zona 84, Cimoc, etc.). Habrá que estar atentos.
· Alicia en el País de las Maravillas. Chavel y Collette. Glénat, 2010. Y más cosas que están al caer: durante la primera semana de marzo, Glénat publicará una adaptación al cómic de Alicia en el país de las maravillas firmada por los artistas franceses Chauvel (guión) y Collette (dibujo). Se trata de una recreación fiel del clásico de Lewis Carroll, una obra de grafismo virtuoso, en la que el pincel de Xavier Collete da nueva vida a los inolvidables personajes de Alicia y compañía.
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