La serie de Phillipe Dupuy y Charles Berberian (Diario de un álbum, La teoría de los solteros) llega ya a su séptima entrega con este volumen titulado Un cierto equilibrio, una nueva vuelta de tuerca a la vida de Jean y de sus amigos. Nuevo piso, nueva vida, parejas que se hacen y se deshacen, niños que crecen, calcetines desparejados, vecinos chismosos... Con su habitual sentido del humor, Dupuy y Berberian retoman esta serie, que en esta ocasión (¿a partir de aquí?) cambia de formato para presentar historias autoconclusivas de una sola página, seguramente por haber sido publicadas con anterioridad en alguna revista. En esta entrega, el protagonista ya no es sólo Jean, sino que, como se iba perfilando en los últimos números, la importancia bascula entre él, su compañera, sus problemas como papás, el solterón de oro Félix (ahora también responsable de un niño...). Argumentalmente, no encontramos mucha novedad en este volumen (el estrés de la paternidad y la lucha con los hábitos de un treintañero), pero el humor de los autores, y su capacidad por retratar las situaciones cotidianas cercanas al lector son las principales bazas de este cómic. Gráficamente Dupuy y Berberian no hacen sino mejorar su trazo y son todo un referente estilístico en este momento.
El señor Jean: un cierto equilibrio. Dupuy y Berberian. Norma, 2009.
La Cúpula edita con El borrón, del dibujante Tom Neely, todo un ejemplo de cómic sorprendente, que engaña a primera vista al lector y lo transporta al terreno de la abstracción y del cómic experimental. ¿De qué va El borrón? Es difícil decirlo sin caer en una interpretación personal; de hecho, ahí está la gracia del mismo, pero, para decir algo, podríamos comentar que la vida de un individuo de lo más normal se ve radicalmente cambiada cuando una especie de borrón de tinta con vida propia entra en su vida. El estilo de Tom Neely contribuye al surrealismo de la trama, al mezclar un estilo cartoon parecido al de Popeye o Disney con la violencia y la crudeza que ejerce el borrón de tinta en el personaje principal. Todo eso, en un cómic que apenas usa las palabras. Personalmente, El borrón me sugiere una historia de amor truncada por la personalidad insondable del personaje y por las cosas que no puede compartir con su pareja. Pero, como les digo, las interpretaciones quedan para cada cual. Un cómic diferente y muy interesante, que edita La Cúpula.
El borrón. Tom Neely. La Cúpula, 2009.
Breves
· Ivan Brun ofrece en No comment un tebeo sin palabras, pero realmente duro. No hay lugar para la esperanza en estas historias cortas. Brun, con un estilo cercano al manga de Katsuhiro Otomo, crea una sociedad inhumana donde la crueldad se ejerce con naturalidad y en la que sobran los comentarios, como reza el título: ultracapitalismo, medios de comunicación de masas alienantes y deshumanización es lo que Brun retrata en este cómic.
No comment. Ivan Brun. La Cúpula, 2009.
· La semana pasada, en el marco del Salón Internacional del Cómic de Granada, se dio a conocer la última obra de la pequeña y voluntariosa editorial andaluza Bizancio, Vuelo rasante, de Pejac (Ultimo viaje a Bizancio, Mimuik), siete historias engarzadas con un nexo común en ese vuelo rasante del título. Se ha hecho una primera tirada especial de cien ejemplares.
Vuelo rasante. Pejac. Bizancio, 2009
· El pasado miércoles 11 se presentó en Es Baluard el libro Fraude, que narra la historia de Elmyr de Hory, uno de los más célebres falsificadores de obras de arte de todos los tiempos. Un interesante libro que fue presentado por Cristina Ros, directora del museo, y Rafael Martínez, director de Norma Editorial.
Fraude. Clifford Irving. Norma, 2009.
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