En esta nueva entrega de Odio encontraremos historias ambientadas en la época clásica de los personajes (a finales de los 80 o principios de los 90), e historias que prosiguen la vida de Buddy y sus amigos y familia allí donde nos habíamos quedado en la última entrega. Me parece un gran acierto que Peter Bagge haya decidido darle a las historias del pasado una coherencia de estilo acorde: están realizadas en blanco y negro, tal como eran las originales. Por contra, las historietas ubicadas en la actualidad, están realizadas en el color que habitualmente utiliza Bagge. Y a pesar de que el trazo de Bagge también ha ido cambiando en estos 30 años, todo parece encajar en estas historias. Incluso personajes como los padres de Buddy, que hacía tiempo que no aparecían, o Babs en su época adolescente, son como los recordaban.
Se podrá pensar que esta entrega es una especie de recopilatorio de descartes o rellenos de la serie; yo mismo tenía dudas de qué sería esto, que se anunciaba como “un 100% de páginas inéditas”. Pero me he encontrado con un puñado de historias que se insertan dentro de la continuidad de la serie principal, y lo más importante: que siguen en el mismo tono y estilo. El humor socarrón, las situaciones absurdas, los diálogos brillantes y unos personajes que son los que recordamos brillan en esta nueva entrega.
En todo ello también hay que comentar el buen hacer de esta edición española. No sólo la -al parecer- parte de responsabilidad que tiene la editora española Natalia Mosquera en que Bagge haya seguido con Odio, sino por la excelente traducción que ha hecho, como siempre, Hernán Migoya, traducción de la serie desde el principio, acercando a un castellano cercano y actual el desparpajo de los personajes de Peter Bagge.
En ¡Odio desatado! nos volveremos a encontrar con Babs, Apestoso, George Hamilton III… Y sabremos cómo ha pasado el tiempo en familia de Buddy (con éste recuperando su aspecto habitual, alejado del look Popeye del último volumen; y con una madre votante de Trump y un hermano que sigue escorándose hacia la extrema derecha), con su hijo y sus sobrinos. Si Odio, en sus inicios, fueron una ventana a la América de los 90, el afinado lápiz de Bagge sigue aquí ofreciéndonos su visión desencantada de los EEUU actuales con esta nueva entrega.
Para mí, personalmente, debido a mi infinito amor por estos personajes, ¡Odio desatado! es uno de los cómics del año, que demuestra que Bagge sigue en plena forma (¿cuándo ha dejado de estarlo, de hecho?). Si has disfrutado ya de Odio, ni dudes en hacerte con esta entrega.
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