TdV 106: Gustavo y los Raspa Kids
Baleares es un hervidero de cómic. Con un par de generaciones de autores en activo, podemos presumir de ser una de las comunidades con más afición por el tebeo. Hoy tenemos como novedades dos obras de autores afincados en Mallorca.
· Las aventuras de Gustavo. Max. La Cúpula, 2010. Aunque Francesc Capdevila, alias Max, no es en rigor mallorquín, lleva tantos años entre nosotros -vive en el tranquilo pueblo de Sineu- que lo podemos considerar como nuestro. Max es uno de los autores más importantes de nuestro país, no sólo por su dilatada obra, que le ha hecho recibir el Premio Nacional de Cómic, sino por su ardua labor editorial como una de las cabezas visibles de Inrevés y promotor de una de las revistas de cómic de vanguardia más influyentes de los últimos años, Nosotros somos los muertos. La Cúpula ha reeditado ahora una de los títulos que iniciaron la obra de Max: Las aventuras de Gustavo. En los setenta arranca este personaje, un activista ecologista que combate por todos los medios -incluso los más radicales- a las centrales nucleares. Esta edición integral abarca desde los primeros bocetos de 1976 hasta las últimas páginas, ya en color, pasando por una nueva introducción al personaje a cargo del autor. Las aventuras de Gustavo queda como un cómic fresco, crucial para la acomodación del trazo de Max, y un ejemplo de lo que fue la llamada "línea chunga" de los años ochenta.
· Raspa Kids Club. Álex Fito. Glénat, 2010. Otro autor que dejó hace tiempo de ser una gran promesa para convertirse en uno de nuestros autores con más proyección es Álex Fito. Miembro fundador de Mondo Lirondo, colaborador habitual de Nosotros somos los muertos, Rifirrafe, Esquitx, El Víbora... Y desde hace diez años, padre de sus criaturas más longevas, los Raspa Kids. Ahora Glénat, como ya hiciera con Pau, ha editado un tomo recopilatorio de todas las páginas dispersas de las aventuras de estos niños esqueléticos. Junten una estética sencilla y unos colores pastel influencia de Chris Ware (en la misma portada esta influencia se hace patente), un gusto por unir lo macabro con lo infantil marca Edward Gorey, y la preferencia por temas mexicanos -lugar de origen de Alex-, y ahí tienen Raspa Kids. Un cómic que a veces toca temas tristes -o incluso crueles- con un dibujo amable, lo que provoca un contraste curioso y excitante. Una edición de justicia para una obra básica de nuestros autores.
Breves
· Not quite dead. Gilbert Shelton. La Cúpula, 2010. Gilbert Shelton, padre de El gato de Fat Freddy y Los Freak Brothers, veterano del cómic underground, edita ahora, en la colección de su obra completa, Not quite dead: el último bolo en Shnagrlig, una la crónica de una banda de rock trasnochada que es enviada al país más miserable del planeta para propiciar una intervención militar de Estados Unidos. El lector habitual de Shelton encontrará aquí sus ingredientes de siempre: humor, drogas y caos desatado.
· Kid Eternity. Ann Nocenti y Sean Phillips. Planeta, 2010. Después de la miniserie inicial escrita por Grant Morrison en la que actualizaba un personaje de la los años 50 (algo así como lo que hizo Gaiman con Sandman), DC publicó una serie regular de Kid Eternity, con guiones de Ann Nocenti y dibujos de Sean Phillips, que no siguió la continuidad de la obra de Morrison pero amplió el universo del personaje, que podía convocar a cualquier personaje histórico a voluntad. Ahora Planeta lo recopila en un solo tomo.
· Abulio. Joan Cornellà. Glénat, 2010. Abulio no es un tipo normal. O quizá sí, quizá el problema es que demasiado normal. Este relato surrealista en clave de humor y con una estética marcadamente feísta es uno de los ganadores del 3er Premio Josep Coll y que como cada año publica Glénat. El joven Joan Cornellà, su autor (a la sazón, nieto del gran Vázquez), colabora habitualmente en El Jueves y Amaníaco, y es una de las más ácidas promesas del cómic nacional.
Baleares es un hervidero de cómic. Con un par de generaciones de autores en activo, podemos presumir de ser una de las comunidades con más afición por el tebeo. Hoy tenemos como novedades dos obras de autores afincados en Mallorca.
· Las aventuras de Gustavo. Max. La Cúpula, 2010. Aunque Francesc Capdevila, alias Max, no es en rigor mallorquín, lleva tantos años entre nosotros -vive en el tranquilo pueblo de Sineu- que lo podemos considerar como nuestro. Max es uno de los autores más importantes de nuestro país, no sólo por su dilatada obra, que le ha hecho recibir el Premio Nacional de Cómic, sino por su ardua labor editorial como una de las cabezas visibles de Inrevés y promotor de una de las revistas de cómic de vanguardia más influyentes de los últimos años, Nosotros somos los muertos. La Cúpula ha reeditado ahora una de los títulos que iniciaron la obra de Max: Las aventuras de Gustavo. En los setenta arranca este personaje, un activista ecologista que combate por todos los medios -incluso los más radicales- a las centrales nucleares. Esta edición integral abarca desde los primeros bocetos de 1976 hasta las últimas páginas, ya en color, pasando por una nueva introducción al personaje a cargo del autor. Las aventuras de Gustavo queda como un cómic fresco, crucial para la acomodación del trazo de Max, y un ejemplo de lo que fue la llamada "línea chunga" de los años ochenta.
· Raspa Kids Club. Álex Fito. Glénat, 2010. Otro autor que dejó hace tiempo de ser una gran promesa para convertirse en uno de nuestros autores con más proyección es Álex Fito. Miembro fundador de Mondo Lirondo, colaborador habitual de Nosotros somos los muertos, Rifirrafe, Esquitx, El Víbora... Y desde hace diez años, padre de sus criaturas más longevas, los Raspa Kids. Ahora Glénat, como ya hiciera con Pau, ha editado un tomo recopilatorio de todas las páginas dispersas de las aventuras de estos niños esqueléticos. Junten una estética sencilla y unos colores pastel influencia de Chris Ware (en la misma portada esta influencia se hace patente), un gusto por unir lo macabro con lo infantil marca Edward Gorey, y la preferencia por temas mexicanos -lugar de origen de Alex-, y ahí tienen Raspa Kids. Un cómic que a veces toca temas tristes -o incluso crueles- con un dibujo amable, lo que provoca un contraste curioso y excitante. Una edición de justicia para una obra básica de nuestros autores.
Breves
· Not quite dead. Gilbert Shelton. La Cúpula, 2010. Gilbert Shelton, padre de El gato de Fat Freddy y Los Freak Brothers, veterano del cómic underground, edita ahora, en la colección de su obra completa, Not quite dead: el último bolo en Shnagrlig, una la crónica de una banda de rock trasnochada que es enviada al país más miserable del planeta para propiciar una intervención militar de Estados Unidos. El lector habitual de Shelton encontrará aquí sus ingredientes de siempre: humor, drogas y caos desatado.
· Kid Eternity. Ann Nocenti y Sean Phillips. Planeta, 2010. Después de la miniserie inicial escrita por Grant Morrison en la que actualizaba un personaje de la los años 50 (algo así como lo que hizo Gaiman con Sandman), DC publicó una serie regular de Kid Eternity, con guiones de Ann Nocenti y dibujos de Sean Phillips, que no siguió la continuidad de la obra de Morrison pero amplió el universo del personaje, que podía convocar a cualquier personaje histórico a voluntad. Ahora Planeta lo recopila en un solo tomo.
· Abulio. Joan Cornellà. Glénat, 2010. Abulio no es un tipo normal. O quizá sí, quizá el problema es que demasiado normal. Este relato surrealista en clave de humor y con una estética marcadamente feísta es uno de los ganadores del 3er Premio Josep Coll y que como cada año publica Glénat. El joven Joan Cornellà, su autor (a la sazón, nieto del gran Vázquez), colabora habitualmente en El Jueves y Amaníaco, y es una de las más ácidas promesas del cómic nacional.
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