Una terrible maldición pesa sobre la estirpe de los Rougemont desde la Edad Media, cuando, siendo una familia de terratenientes, la mujer del cabeza de familia es convertida en vampiro por un enigmático chupasangre. Desde entonces, cada generación ha jurado tomar venganza de la criatura que llevó el desastre a la saga familiar. En 1930, Vincent acomete el asalto final a esta lucha contra los no-muertos. El príncipe de la noche, que Glénat edita en un tomo único, es el equivalente en cómic a las películas de género de la productora inglesa Hammer de los 70: el ambiente barroco, colorista, los diálogos ampulosos, las ubicaciones fantásticas, la delicada sensualidad... Todo tiene un aroma deliciosamente retro que contribuye a darle al cómic una pátina de clásico de serie b (con todo el aprecio hacia este género). El estilo del autor Yves Swolfs se enmarca en la tradición del álbum europeo (al estilo de Giraud o Van Hamme), y destaca su talento en el uso del color (manual) y de la ambientación histórica. Gustará a los aficionados a la aventura en este formato. El príncipe de la noche. Yves Swolfs. Glénat, 2009.
Inicialmente publicada por partes bajo el título original La ascensión del gran mal, Sins Entido reedita acertadamente ahora la obra magna del francés David B. (Los cazadores de tesoros, La lectura de las ruinas), con el título con el que se ha dado a conocer en el mundo anglosajón: Epiléptico. En la obra, el autor ofrece una revisión de su propia infancia y de los años en que su familia tuvo que luchar contra la afección de su hermano mayor: la epilepsia. Con un sentido muy particular de la narración, que hace converger el realismo mágico con las filias y fobias que tiene el autor, como personaje, cuando es niño, la obra es un testimonio muy sentido de todo aquello por lo que tuvo que pasar su familia: desde el diagnóstico de la enfermedad, pasando por sus muchos intentos por aplacarla, así como de las consideraciones personales del autor sobre todos esos hechos. La pericia fabuladora de David B. es prodigiosa: consigue que conceptos metafóricos como la enfermedad se hagan carne (de tinta) en las viñetas del cómic. Con la nueva edición en un solo tomo, no hay excusa para leer el que es uno de los mejores cómics europeos de la década. Epiléptico. David B. Sins Entido, 2009.
Breves
· La semana pasada se presentó oficialmente de la candidatura de Carlos Giménez (Paracuellos, 36-39: Malos tiempos) al premio Príncipe de Asturias de las Artes, propuesta por Carlos Pacheco y Rafa Marín y presentada oficialmente por la Semana Negra de Gijón. La candidatura viene avalada por la Universidad de Cádiz, la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada, la Semana Negra de Gijón, entre otros organismos. Esperemos que la cosa prospere.
· Norma Editorial edita el primer tomo de la serie Long John Silver, titulado Lady Vivian Hastings. El álbum, que toma como protagonista al infame pirata de La isla del tesoro de Stevenson, intenta ser un homenaje a esa obra maestra del género de aventuras en la que se inspira. Más que destacable es el fantástico trabajo de Lauffray a los lápices de este álbum, de una fuerza y sensualidad inusitadas. Una muy buena opción de lectura. Long John Silver. Xavier Dorison y Mathieu Lauffray. Norma, 2009.
· Nuevamente llega a las librerías la revista de humor trimestral Amaníaco, con más páginas de los colaboradores habituales de la publicación: Manel Fontdevila, Jan, RuntimeError, Fer, y el omnipresente Josep Busquet, entre otros muchos. Con ellos, las series habituales: Secretos arcanos, Historias fermosas, Fargons & Gorgons, Con uno basta, Patochadas, además de un largo etcétera. Revista Amaníaco 8. Varios autores. Amaníaco, 2009.
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