14 junio 2025

‘Ranciofacts 7: Orgullo cuñao’, de Pedro Vera (¡Caramba!)


Pedro Vera, que alcanza el séptimo recopilatorio de su serie Ranciofacts (titulado Orgullo cuñao, y que incluye las páginas publicadas en El Jueves entre 2023 y 2025), es uno de los autores patrios imprescindibles a la hora de reírnos de las miserias que nos envuelven. Personalmente tengo que confesar que no hay volumen de Ranciofacts que no me  deje llorando de risa (y despertando a mi pareja, porque leo a la hora de acostarme) con su humor hiperbólico y su saturación de referencias friki-kitsch-camp. Porque Ranciofacts es un desfile de los peores lugares comunes que se han creado en nuestro país, desde tradicionales como la decoración de las casetas de feria o la publicidad rancia, pasando por nuestros hábitos pornográficos o sacando los colores a las modas más trendy, como el running, los baby shower, hasta las tartas para despedidas de solteros/as. Pedro Vera es el verdadero notario de la cutrez de nuestro país, cutrez que ya nos viene bien para echar unas buenas carcajadas a su costa. 


 

13 junio 2025

Reseña de 'Astro City - Metrobook 1', de Kurt Busiek y Brent Anderson


Es difícil decir algo nuevo del género de superhéroes en cómic. Un género que arrancó en los años 40 del pasado siglo y que cuando pensábamos que había llegado al cenit de su popularidad, la industria cinematográfica se propuso salvarlo (al menos en la gran pantalla, claro). Los superhéroes han tenido sus épocas: épocas de oro, de plata, de la modernidad han pasado a la posmodernidad y han ido cambiando su valor semiótico según la sociedad también cambiaba.

Hoy en día, el género está en un momento complicado. Y lo digo como lector que se ha ido progresivamente alejando de él. Insertado en una sociedad líquida y posmoderna, los superhéroes hoy se debaten entre el homenaje nostálgico y un continuismo cada vez más agotado que únicamente justifican razones económicas.  La industria se debate entre dar carpetazo a unos personajes cuyo marco temporal ha pasado a ser totalmente fantástico y el temor de presentar a nuevas hornadas de superhéroes que no cuajen entre el público. Al fin y al cabo, si Superman o Batman han funcionado 80 años, ¿por qué no pueden funcionar 80 años más?

En los últimos, digamos, 20 años, he leído muy pocas aportaciones realmente relevantes al género. También podría equivocarme, porque como he dicho, mi interés por él ha decrecido así como me he hecho viejo. La mayoría de esas historias relevantes han querido precisamente jugar con los tópicos del género para volver a retratar la sociedad que los acoge, porque como ya habréis sospechado, el género de superhéroes es sólo una crónica de la sociedad de su tiempo. Y Astro City es una de esas diez obras que deberían estar en todas las listas sobre lo mejor del cómic de superhéroes.

Astro City cumple ahora ¡uf! treinta años. Planeta reedita la serie en el formato USA Metrobook, que son unos omnibus que recogerán en 6 voluminosos tomos toda la obra de Kurt Busiek y Brent Anderson. He seguido la serie durante estas tres décadas: primero en las grapas de Fórum, luego en una edición de lujo -que sigue siendo la más bonita- de Norma (con continuación más sobria de ECC), y ahora en esta nueva edición. Vuelta a leer ahora, treinta años después de su primera publicación, Astro City sigue generándome las mismas emociones puras que la primera vez. Busiek es un perfecto conocedor del género: ya había podido hacer una relectura del Universo Marvel en aquella fabulosa serie Marvels, donde intentaba recrear cómo sería un mundo poblado por dioses y héroes a los ojos del común de los mortales. Pero Busiek tenía más ideas: quería seguir explicando esas historias en un mundo propio, no constreñido por la tiranía de la continuidad y la autocensura. Y entonces creó Astro City. Una ciudad sobre la que cimentar su propia mitología, utilizando a los superhéroes ya existentes como arquetipos para sus historias. En Astro City encontramos paralelismos obvios: El Samaritano es Superman, Confesor es Batman, la Primera Familia son los Cuatro Fantásticos... Pero eso tanto da. Lo importante es que Kurt Busiek tenía una base, que todo el mundo podía identificar, sobre la que jugar y contar las historias que le apeteciera sobre esos arquetipos. 

Precisamente el interés de Astro City viene por las historias profundamente humanas que Busiek extrae de sus personajes metahumanos. Los anhelos de libertad del Samaritano. Las dificultades de las relaciones sentimentales (en este caso, entre Samaritano y Victoria Alada). La paradoja bíblica del "único hombre justo". Todo ello servido con un amplísimo conocimiento de los tropos del género.

A medida que la serie avanza, Busiek deja los episodios autoconclusivos para desplegar una trama más ambiciosa que, eso sí, recuerda más a las épocas doradas del cómic. Kurt Busiek hace lo que mejor sabe hacer. Y le acompaña a los lápices Brent Anderson, un dibujante clásico al que debemos la soberbia novela gráfica Dios ama, el hombre mata con Chris Claremont. Anderson tiene un estilo muy setentero, y quizá al lector casual no convencerá, pero le da a la serie el toque vintage justo que necesita -siendo, como es, un maestro de la anatomía y un artista de la escuela de Neal Adams. Y evidentemente, tenemos las portadas del monstruo hiperrealista Alex Ross, que ya han creado escuela y que contribuyen a esa visión de la divinidad desde los ojos de los mortales.

Volver a Astro City con esta edición ha sido un placer. Si bien me he encontrado con algunos fallos de traducción/rotulación algo imperdonables a estas alturas y con tantas ediciones detrás (creo que la traducción de Javier Olivares es nueva, pero no será que pueden consultarse la anteriores), el material que ofrece esta edición es fantástico. Os recomiendo, tanto si ya la leísteis en su momento, como si no la habéis descubierto todavía, que aprovechéis esta nueva edición para visitar Astro City y quedaros allí, en el corazón de los superhéroes, a vivir una temporada.

06 junio 2025

Retrorreseña: ‘Superior’, de Mark Millar, o Fausto como superhéroe (Panini)

 

Simon es un adolescente normal. Bueno, todo lo normal que pueda ser un joven aquejado de esclerosis múltiple. Cada noche, Simon reza para que su enfermedad crónica desaparezca. Y de repente, sus plegarias son escuchadas. Una extraña criatura, una especie de mono mágico llamado Ormon, concede a Simon su deseo y éste se ve convertido en el superhéroe de cómic Superior. Pero Ormon avisa a Simon que este repentino milagro se explicará a la semana de su llegada. Simon deberá entonces enfrentarse a la verdadera naturaleza de sus poderes.

Superior es una obra que, como tantas otras que se han escrito en los últimos años, repiensan el género de superhéroes bajo nuevas perspectivas. En concreto, Mark Millar ha sido un autor que se ha especializado en estas revisiones, desde la actualización del universo Marvel en  Ultimates, al juego de mezclar diferentes grados de realismo y ficción en obras como Kick-Ass, Nemesis, o este mismo título.

En el tratamiento de la naturaleza del superhéroe, Superior bebe de otro de los grandes guionistas del género, Kurt Busiek. De hecho, la obra tiene algunos puntos en común con Identidad secreta  (el hecho de que un niño recibe los poderes de un Superman) y con  Astro City (el momento en el que Superior descubre sus poderes y su habilidad de volar parece remitirnos al monólogo de Samaritano en el aire del primer número).

Millar usa el arquetipo del héroe de Superman para contar esta historia, de la misma manera que Alan Moore usó a Supreme o el citado Busiek a Samaritano. Superior simboliza, más allá de los valores norteamericanos asociados a Superman, el poder de los sueños y la libertad. Además, el guionista realiza un interesante giro hacia la realidad cuando aprovecha para dar visibilidad a un problema como es la esclerosis múltiple, una dolencia crónica que termina siendo para sus aquejados como una condena en vida. Podría haber caído en tópicos o respuestas fáciles, pero encarar de una forma verosímil y seria este problema honra al guionista.

Y un poco de análisis que no puede hacerse sin contar el núcleo de la trama (Atención, SPOILERS a continuación). La historia de Superior funciona como una actualización del mito de Fausto, sólo que con la habitual vuelta de tuerca de los guiones de Millar. Si en la leyenda alemana, era el personaje el que, insatisfecho por su vida, hacía un pacto con el diablo, en Superior es éste el que va un paso por delante del personaje. El pequeño demonio tentador, porque no es sino eso el mono mágico, ofrece primero el premio para luego cobrarse su contrapartida, es decir, el alma inmortal del chico. Pero, al igual que en otras tantas leyendas populares, finalmente el hombre es el que consigue engañar al diablo, volviendo al punto de partida inicial, pero con un personaje que ha crecido y ha encarado de una forma diferente el devenir de su terrible enfermedad. (FIN de los SPOILERS)

Superior me parece un cómic notable; primero, porque, en la línea de las anteriores obras de Mark Millar, se pone en tela de juicio tanto la naturaleza del héroe como su vocación filantrópica (pensemos en el reverso de esta historia, Nemesis); y segundo, por la magnífica labor de Leinil Yu a los lápices. El conjunto es brillante y enteramente recomendable

28 mayo 2025

Reseña de 'Elma. Una vida de osa', de Ingrid Chabbert y Léa Mazé (Astiberri)


Recordaba el dibujo de Léa Mazé que tanto me había gustado en otra obra que publicó Astiberri, Los Muértimer, hace un par de años. En aquel cómic, Mazé ejercía de autora completa y nos entregaba una obra que parecía encajada directamente en el contexto juvenil-joven adulto, pero que tenía una pátina de gravedad importante. Recuerdo que en esa ocasión, escribí: "la autora se toma a sus lectores muy en serio. Por eso no rehuye temas algo incómodos ni plantea situaciones folletinescas. En realidad, el fondo de la historia es bastante amargo, lo que sorprende en una primera lectura."

Ahora Astiberri publica, en un solo tomo, la obra originalmente en dos álbums y publicada en 2018 y 2019 Elma, una vida de osa, que Léa Mazé ilustra sobre los guiones de Ingrid Chabbert. En esta novela gráfica nos encontramos a la pequeña Elma, que siempre ha vivido feliz en el bosque junto a su Papá Oso. Pero se acerca un momento en el que ambos deberán hacer un viaje de no retorno para cumplir el destino de la niña. Y será doloroso para todos.

A primera vista, a medida que nos adentramos en la historia del cómic, uno tiene la impresión de que estamos ante una versión alternativa de El libro de la selva de Kipling. La niña salvaje, criada por un animal en el bosque, la inevitable separación cuando ella se hace mayor... Todo parece indicar que la historia va en esa dirección. Pero tres cosas destacan de esta serie que la hacen ser una buena lectura: la primera, el trazo de Léa Mazé. Es curioso comprobar que los dos álbums de Elma fueron publicados simultáneamente a la obra en solitario que dio a conocer a la autora (Los Muértimer  - Les Croques en francés). Y, sin embargo, el registro estilístico, a mi parecer es muy distinto entre ambas obras, o al menos lo que yo recuerdo. En Elma, el trazo es mucho más diáfano, e intenta acomodarse a una historia de tintes tribales, donde el bosque es un personaje más. Con una paleta que oscila entre los colores fríos y los terrosos (como en Los Muértimer), aquí Mazé sabe dotar al dibujo de un tono único que se acomoda muy bien a la historia. La segunda cosa que destaca: a pesar del tono librodelaselva citado que parece acudir a la mente cuando empezamos a leer, la resolución del viaje de Elma está bien justificada (no la explicaremos aquí, obviamente), y le da un giro interesante, sacando a colación temas como la inevitabilidad o no del destino, o el amor. La tercera cosa: cómo, a pesar de que los guiones son de Ingrid Chabbert, el tono que Máze insufló como autora completa en Los Muértimer de una obra LIJ (juvenil-joven adulto, como dijimos) aquí también lo encontramos. No se esquivan los momentos tristes ni trágicos, en una obra que parecería más proclive a evitarlos, y el resultado por ello es una obra madura y sentida. Ojo, el final nos puede dejar devastados.

Concluyendo: aunque la historia de Elma, una vida de osa parta de unos mimbres que parecen comunes, las dos autoras realizan un trabajo espectacular. La relación entre Elma y Papá Oso es tan auténtica que Chabbert y Mazé se han puesto a los lectores en el bolsillo para cuando la novela gráfica finaliza. Una lectura tremenda.

27 mayo 2025

Reseña de 'Su Frankenstein', de Norikazu Kawashima (Planeta)


El cómic de terror japonés ha tenido una gran, diría que increíble aceptación en nuestro país en los últimos años, de manera que las editoriales -especialmente Planeta- se han prodigado en la edición de Junji Ito y otros mangakas de este género. De Ito dudo que falte algo por publicar en español, vista la aceptación de su obra. Pero, agotado ya el que parecía el buque insignia del horror nipón, las editoriales buscan otros autores que satisfagan la necesidad del lector aficionado.


Planeta publica en un tomo corto de tapa dura Su Frankenstein, de Norikazu Kawashima. Una apuesta arriesgada si consideramos que Kawashima (cuyo nombre real era Hanichi) es un autor cuya obra fue íntegramente publicada durante los años 80 del pasado siglo. Efectivamente, Kawashima publicó 29 mangas de terror para Hibari Shobo, editorial conocida por su extravagante gusto por lo raro, entre 1983 y 1989. Este Su Frankenstein, tomo autoconclusivo, fue publicado originalmente en 1986.


Quizá lo que pueda echar para atrás de este tomo es su estética retro, que puede recordar a otros mangakas clásicos, visualmente superados, como Go Nagai. Pero si se superan esos prejuicios, Su Frankenstein es una obra francamente disfrutable. Teniendo en cuenta, además, que no se trata exactamente de un manga de body horror al estilo de Ito o Shintaro Kago, sino que se decanta más por un thriller psicológico con trazas de terror. En la obra, un jovencito y débil Tetsuo, conoce a una adolescente enfermiza que está obsesionada con Frankenstein. Con la intención de ganarse su amistad, Tetsuo accede a disfrazarse del monstruo y a seguirle la corriente en toda una serie de juegos crueles que terminarán emponzoñando su propia vida…



El cómic pone muchos temas sobre la mesa de manera inesperada. No es especialmente sangriento, pero el nivel de tensión y ansiedad va creciendo conforme avanza. Lo que empieza con una historia de aparecidos, se convierte en una trama que habla de la soledad de sus protagonistas y de su rechazo social. Es el punto que comparten los dos protagonistas con la criatura de Frankenstein, que en esta obra se convierte en una figura de liberación y de aceptación, en vez de ser justo lo que siempre la ha caracterizado: el rechazo.


Su Frankenstein se revela, pues, en una inteligente historia de obsesión, de cómo cambiamos para agradar a alguien, de la ética del mal (cómo si el autor explorase las implicaciones de la famosa muerte de la niña en la película original de Frankenstein). Me gusta también cómo  Kawashima combina la noción entre realidad y ficción, de manera que juega con el lector y sus expectativas. Todo ello en un manga no muy extenso y de regusto clásico. Uno lo lee para sentir las vibras de un horror vintage, que se augura desde la portada, y acaba sorprendido por su profundidad. 

16 mayo 2025

'Historias de la guerra' (Integral 1), de Garth Ennis y VVAA (Aleta)

A estas alturas del siglo XXI, hacer una introducción a Garth Ennis se me antoja baladí. Este guionista irlandés, que conocimos y amamos en la década de los 90 con la obra que le puso en el objetivo, Predicador, ha resultado ser un autor muy prolífico: tendría una meritoria etapa en Hellblazer, así como en Punisher; triunfó además por partida doble –con la adaptación televisiva de The Boys… Y, si bien consiguió con una parte de su obra más gamberra destacar precisamente por su narrativa cruda y su humor negro, cuando quiso ponerse serio demostró que era capaz de llegar a las profundidades de la naturaleza humana. Es el caso de su etapa más “adulta” en Punisher, o en la serie que nos ocupa, War Stories o Historias de la guerra

 


Con Historias de la guerra, Ennis emprendía en 2001 una serie en un tono más sobrio y respetuoso, alejándose de su estilo habitual para ofrecer una visión realista y conmovedora de la guerra. El interés por el género bélico ya le había llevado a la cabecera de Unknown Soldier, pero fue posiblemente el desarrollo de esta serie la que le llevó a desarrollar posteriormente multitud de títulos que tienen la guerra como factor común: La brigada del rifle, Battlefields (también publicada por Aleta)... En esta ocasión, se trata de una serie de relatos autoconclusivos ambientados en la Segunda Guerra Mundial. Ennis se inspira en personajes o sucesos reales para hablar sobre temas como el honor, la amistad, el sacrificio o la moralidad en tiempos de guerra. En cada uno de los episodios, Ennis se rodea de diferentes dibujantes, algunos de ellos muy destacados del panorama del cómic británico, como ahora veremos.

¿Qué nos ofrece este primer integral?

Este primer volumen nos ofrece las cuatro primeras historias de la serie, publicadas en orden cronológico (lo advierto, porque en el integral de Battlefields se prefirió reunir las historias en torno a su temática). La primera historia, ‘El Tiger de Johann’, ilustrado por Chris Weston, cuenta la historia de un comandante alemán que sirve con su tripulación en un tanque Tiger. Viendo el final de la guerra, han desertado y el comandante busca llevar a su tripulación hasta los americanos para que no sean ejecutados por los soviéticos. Pero no así él, ya que en diferentes retrospecciones, sabremos de los crímenes que el comandante ha cometido durante la guerra y de los que es plenamente consciente.

En ‘Los desertores del Día D’, número dibujado por John Higgins, el guionista aborda, a través de la historia de un joven oficial británico, la mala opinión mediática que tuvo que sufrir el frente aliado italiano, sobre el que se pensaba que era poco menos que un destino vacacional para los soldados. La verdad era mucho más dura: la campaña italiana, desde su arranque en Sicilia en 1943 —plenamente un ensayo para el Día D en Normandía un año después— fue terriblemente agotadora y las fuerzas aliadas encontraron un terreno a menudo impracticable sobre el que seguir avanzando.

En ‘Águilas aulladoras’ encontramos a nada menos que Dave Gibbons (Watchmen) dibujando esta historia protagonizada por miembros de la 101ª División Aerotransportada americana (llamada “Screaming Eagles” y que había estado presente en Normandía, Market-Garden y las Ardenas, nada menos). En ella, cuatro soldados estadounidenses son encargados de asegurar una mansión para su general. Aprovechan la oportunidad para disfrutar de un breve respiro del conflicto; de esta manera Ennis plantea preguntas sobre la moralidad y el comportamiento humano en tiempos de guerra.

Y finalmente, en ‘Nightingale’, dibujada por David Lloyd (¡el dibujante de V de Vendetta!), Ennis cuenta una historia verídica en el contexto del PQ-17, un convoy que hacía la ruta del Atlántico Norte-Ártico para reabastecer a los soviéticos que los aliados dejaron a su suerte. El HMS Nightingale está asignado al convoy, y cuando recibe órdenes que resultan en la pérdida de barcos bajo su protección, realiza una última acción heroica. Por lo visto, Ennis considera esta historia como una de sus obras más representativas.

La guerra, el conflicto, la violencia y la parte más depravada del ser humano siempre han sido temas muy centrales en la obra de Ennis. En colaboración de dibujantes con el malogrado Steve Dillon (Predicador, Punisher), ese tratamiento de la violencia fue muchas veces extremo e irónico. Ennis y Dillon fueron dos gamberros que nos divirtieron llevándonos al extremo. Pero yo me quedo con el Ennis serio. El que escribió las mejores páginas de un Castigador crepuscular y en horas bajas, o el que en estas Historias de la guerra es todo menos probelicista. Aquí no se ensalzan las historias militares, esto no es un número añejo de Hazañas bélicas. La guerra es sucia, incoherente y sinsentido. Quienes se ven involucrados en ella pasan por un verdadero infierno. Y quizá el verdadero infierno es psicológico: la lucha por mantener la cordura cuando has visto y cometido todo tipo de atrocidades. Y qué queda del ser humano en estas circunstancias: tanto en lo bueno (el sacrificio, los ideales), como en lo malo. De esto va Historias de la guerra. Editada bajo el sello Vértigo por primera vez, Aleta ha reeditado ahora este primer integral que es excelente para recuperar a ese Garth Ennis más realista y comprometido con la realidad. 

[A la venta el 22 de mayo de 2025]

 También te puede interesar:

Descripción de la imagen

Battlefields (Integral)

Autores: Garth Ennis, Russ Braun y Tony Aviña. Este primer integral contiene las historias ambientadas en el Frente Oriental: La bruja de la noche, Madre Patria y Ascenso y caída de Anna Karkhova.

Edición: Tapa dura, color, 240 páginas.

Año: 2024.

[Enlace de compra]

 

04 mayo 2025

Destacados de las novedades de Panini de mayo 2025

Hoy retomo una costumbre que tenía anteriormente, y es ojear las novedades de algunos boletines de editoriales y recomendar lo que yo compraría. Vamos con las novedades propuestas por Panini, que engloban tanto DC como Marvel. Como veréis, las novedades-novedades no me interesan mucho, me centro en la recuperación de cómics previamente editados: 

Este tomo "arqueológico" de historias de Superman de los 50 puede estar muy bien, sobre todo por cuestiones sociológicas: para advertir la ideología subyacente de la época, y sobre todo para disfrutar del dibujo de los artistas reunidos. Tiene introducción de Mark Waid, que controla bastante del tema.

 

Otra recuperación de un clásico de principios de los 80, con el trabajo de autores como Howard Chaykin, Bill Mantlo o Steve Ditko. Un tomazo impresionante: Micronautas. El pdf no lo incluye, pero son 82 lereles el tomo.

 

Edición "Must-Have" con el inicio del Hulk: Rojo de Jeph Loeb y el hipervitamínico Ed McGuinness (lo recuerdo de Masacre).

 

En Lobezno: Pesadillas se recopila una serie de historias cortas "de relleno" de Marvel Presents, con el interés, aquí, (?) de ver a Rob Liefeld, Fabian Nicieza y Sam Kieth (The Maxx... ¿pondrá aquí Kieth sólo portadas? No lo sé).
 
 
Esto sí es canela fina, porque recopila la etapa de Jeff Lemire al mando de Caballero Luna. Lemire es algo hiperactivo, y tanto puede hacerte grandes tebeos como páginas infumables, pero en este relanzamiento de Moon Knight estuvo especialmente interesante. Esta etapa me gusta bastante, aunque quedó abierta (y la continuó, ignoro hacia dónde, otro guionista).
 
 
Y otra etapa excelente de un gran personaje: el DD de Mark Waid está entre lo mejor de Daredevil, si quitamos todo lo de Frank Miller. Vale la pena (y si es una oferta, como parece, aún más. ¿Debe de significar que está en camino un omnibus dentro de poco?)
 
 

Y finalmente, esta Spider-girl, proveniente de un What If, con un tomo a precio especial que recopila el primer año de colección, con Tom Defalco y Ron Frenz.

Esta es mi selección, si queréis ver la lista completa de novedades de Panini para mayo de 2025, la podéis ver aquí.


 

 


02 mayo 2025

Reseña de 'Versus' (ed. 10º aniversario), de Luis Bustos (Astiberri, 2025)


Lo primero que quiero confesar en esta reseña es que el boxeo no me interesa en absoluto. Mis únicas aproximaciones a este deporte han sido, en primer lugar con algún viejo videojuego de 8bits allá por los 80, con cubierta de Azpiri, luego en relación al personaje de Daredevil (el padre de Matt, como sabéis, era boxeador, y eso tiene multitud de ecos en la obra), concretamente con El hombre sin miedo de Frank Miller y John Romita Jr, y ya posteriormente con los cuentos sobre el mundillo obra de Jack London, de los que Libros del Zorro Rojo publicó una edición muy chula, con ilustraciones de Enrique Breccia en Knock Out (aquí tenéis mi reseña).

Hete aquí mi sorpresa que, antes de empezar a leer esta nueva edición de Versus, de Luis Bustos, me fijo en que es el cómic es la adaptación de uno de esos cuentos (Por un bistec, concretamente) que he citado antes, con lo que mi solaz es aún mayor y aún no he empezado a leer. Sé que Luis Bustos es un autor fenomenal (no leí, o no recuerdo haber leído, la edición original de 2015), así que el cómic tiene todos los números para interesarme, a pesar de que sea sobre boxeo.

Y vaya si lo hace. Versus sigue el combate de un boxeador acabado, que intenta ganarse sus dineros en una última pelea. Pero lo tiene todo en contra. Se nota que a Bustos le gusta el original, y quiere poner toda la carne en el asador. No opta por una adaptación literal. No sólo sabe utilizar la anáfora (un recurso totalmente poético, -o lingüístico, si queréis) para establecer una cadencia narrativa que se relaciona con los rounds del combate al mismo tiempo que conocemos el pasado del personaje. También en el apartado gráfico su interés se observa su voluntad de, hasta cierto punto, experimentación.

Me resulta -al menos a mí- obvio que Bustos tiene una deuda en este cómic con el Frank Miller de la época de Sin City, con esa necesidad de dotar de vida y acción los grandes contrastes de blanco y negro. Pero Luis va más allá: pasa por multitud de registros. Desde el más caricaturesco, al más primario, según la necesidad de la historia, el autor dosifica el nivel de figuración de su trazo. El juego con la tipografía o la doble página, la perfecta dosificación de texto (¡el gran peligro de las adaptaciones literarias: querer ser demasiado fiel a sus palabras!), el tono crepuscular que sabe arrancar directamente del cuento original, la magnífica ambientación... Versus lleva a un nuevo nivel el cuento de London.


El formato de la nueva edición de Astiberri es excelente, y creo que es lo que necesitábamos para entender Versus de forma completa a lo que quería hacer el autor en primer lugar. De los extras que contiene esta edición, destaco, sobre todo, la inédita segunda mitad que había de tener el cómic. Bustos había planteado la adaptación de Por un bistec: en la primera (la publicada), correspondiente a la historia de Tom King, el protagonista de Jack London, el punto de vista era más crudo y la estética más milleriana; en la segunda, que no llegó a publicarse, Bustos quería ver la otra cara de la moneda, de dónde venía el boxeador al que se enfrentaba King, Jesse Sandel, en un tono más caricaturesco y costumbrista, en la vena de un Twain literario o un E.C. Segar del cómic clásico. En esta reedición podemos ver las páginas y el tono que Bustos había planificado, y la verdad es que, si se hubiera terminado como él planificó en principio, la obra no hubiera hecho más que ser inmejorable (¡Luis, a ver si algún día te animas a hacerlo!). 

Lo único que no me convence es la nueva portada del cómic que, aunque sigue la idea de la original, pierde algo de fuerza con la redistribución de sus contenidos y el cambio de colores. Entiendo la razón de querer homenajear a los antiguos carteles de velada de boxeo, pero creo que un poderoso dibujo del protagonista, no ya golpeando, sino cansado en el vestuario, podría haber contribuido a llamar la atención de los lectores, que de otra forma tienen que abrir el volumen para saber qué se van a encontrar.

Pero, en definitiva, Versus es un cómic magnífico, de esos que te devuelven las ganas de leer por su sabio uso de la gramática de este medio. Os lo recomiendo.

29 abril 2025

Reseña de 'Los evaporados', de Isao Moutte (Astiberri, 2024)


Atención a uno de los tapados del año 2024, y que por desgracia, uno acaba leyendo cuando ya ha empezado el año siguiente y no puede colocar en su top de mejores lecturas. Si nos dijeran que Los evaporados es un manga nos lo creeríamos. Una edición pequeñita, en sentido de lectura japonés, no nos habría extrañado en absoluta. Pero su edición en gran formato, tapa dura lectura occidental, y su primera publicación, originalmente en francés, nos hace ver que estamos ante un híbrido. Y no es de extrañar, porque su autor, Isao Moutte, es un dibujante francojaponés, que ha tomado ingredientes de los dos mundos, la bande desinee y el manga, para poner en imágenes la novela de homónima de 2013 de Thomas B. Reverdy, ganadora del Gran Premio de la SGDL y del premio Joseph Kessel. Un trazo crudo, detallado, delicioso en la plumilla de Moutte, que habla de un fenómeno (los “evaporados”) que no nos choca si pensamos en la mentalidad japonesa: aquellos que, tras un despido humillante, una bancarrota, o un bache laboral semejante, desaparecen, se evaporan, y comienzan una nueva vida lejos del lugar de su ignominia. Así, Kaze, un padre de familia, deja de dar señales de vida, al mismo tiempo que en su huida, recoge a un chaval en parecidas condiciones. Yukiko, hija de Kaze, volverá a Japón para intentar encontrarle. Una novela gráfica que nos habla de cómo choca la mentalidad de sacrificio japonesa con la despiadada maquinaria capitalista. Añadamos a esto el extraordinario y versátil dibujo de Moutte, que tiende un puente entre las formas de entender el costumbrismo del manga y de la bd  (los espacios vacíos, los silencios... curioso cómo las dos tradiciones tienen puntos en común que el autor sabe explotar), y tenemos una combinación ganadora, y uno de los mejores cómics de 2024.

27 abril 2025

Reseña de 'En el limbo', de Deb JJ Lee (La Cúpula, 2024)

 

En el limbo es una novela gráfica autobiográfica de Deb JJ Lee que publicó el año pasado La Cúpula y en la que su autora explora las complejidades de la adolescencia, la identidad cultural y la salud mental. Y es que no es la primera vez que, a través de La Cúpula, podemos escuchar esas voces de los márgenes, que, como Tillie Walden, Rosemary Valero-O’Connell o Victoria Ying, moldean su propia identidad en una convulsa sociedad posmoderna. A lo largo de sus más de 370 páginas, Lee narra su experiencia como inmigrante surcoreana en Estados Unidos, detallando su lucha por encajar en una sociedad que la hace sentir constantemente como una extranjera. Con puntos de conexión con otras autoras contemporáneas, incluso en la apuesta gráfica de tonos azulados, como Mariko Tamaki, a obra destaca por su representación honesta y cruda de los desafíos que enfrentó durante su juventud. Desde la presión académica y las dificultades para establecer amistades hasta la tensa relación con su madre, marcada por altas expectativas y conflictos culturales, Lee expone las tensiones que la llevaron a una profunda crisis de identidad y salud mental, incluyendo un intento de suicidio. En el limbo se revela como una mirada íntima a los problemas de una adolescencia que se abre a la vida y todo aquello que la configura.

22 abril 2025

15 recomendaciones de cómic para el Día del Libro 2025

 

Aquí os dejo una selección de títulos para este Sant Jordi 2025. Es ligeramente diferente de la que se ha publicado en Papel en Blanco porque aquí la selección es toda mía, e incluye muchos de los títulos que durante los últimos meses no pude reseñar de forma habitual, pero que quiero destacar. 

1. Ya lo dijimos hace unos años: Stéphane Fert es una fuerza de la naturaleza. Sólo hace falta ojear sus otros títulos, Piel de mil bestias, o Morgana, para ver que cada una de sus viñetas podría ser un lienzo colgado en nuestra pared. En esta ocasión, el autor vuelve a poner toda la carne en el asador para ofrecernos una historia de fantasía, aventura y sororidad, en la vena de su anterior cómic en solitario, dándole un interesante giro a las narrativas de los cuentos tradicionales. Aquí tenemos a una niña (¿semiorca?) que es criada entre brujas (perdón, aquí broxas). Ella será la clave cuando vuelva La Niebla. Acertado cuento sobre empoderamiento femenino, y delicioso cómic tanto en su humor como en su extraordinario dibujo. La caminante de la niebla (tomo 1), de Stéphane Fert (Nuevo Nueve, 2024).

2. Cuatro amigas que rondan los cuarenta tienen una bonita fantasía: poner un local de infusiones, café y libros… Una oportunidad del azar hace que puedan obtener el dinero para hacerla realidad… Y así nace Aguachirri, un negocio que pondrá a prueba su amistad. Aguachirri, la novela gráfica de Cati Baur es como una de esas deliciosas comedias costumbristas francesas, llenas de guiños a la vida cotidiana y divertidas… porque sabemos que la vida puede ser tanto dulce como el hidromiel, como amarga como el café. Aguachirri, de Cati Baur (Garbuix Books, 2024).

3. ¿Quién es Joaquín Pertierra? ¿Es un ilustrador español desconocido, y fallecido? ¿O es una quimera? ¿Es un símbolo, es un heterónimo? Si unimos la extraordinaria fuerza visual de la obra de Javier Olivares, con un juego de espejos muy sabiamente construido, tenemos este híbrido, cosa extraña, o apuesta metacómica que es El enigma Pertierra, que funciona como falsa biografía, catálogo de exposición, una broma dilatada en el tiempo de dos autores de una gran trayectoria, y de paso como exploración de los límites de los géneros dentro del cómic. El enigma Pertierra, de Javier Olivares y Fernando Marías (Astiberri, 2024).

 


4. Una joven americana enamorada de Europa persigue un sueño: crear una librería de literatura americana cuyo nombre es Shakespeare & Co. Esta es la historia de Sylvia Beach. Quizá te suene porque su historia ha sido novelada, e incluso adaptada al cómic anteriormente (Warburg & Beach, de Jorge Carrión y Javier Olivares, en Salamandra). Y es que esta historia de profundo amor por los libros -y, de carambola, del difícil camino por el que la obra maestra de James Joyce, el Ulises, vio la luz- lo tiene todo para gustar a un bibliófilo. Las autoras se basan en los hechos para crear un cómic que fluye como un sueño, o como un poema, y en todo ello, la voz de Sylvia Beach, una de esas mujeres valientes que han marcado el siglo XX. Sylvia Beach, de Emilia Cinzia Perri y Silvia Vanni (Liana Editorial, 2024).

5. A las hermanas Tamaki las descubrimos en la preciosa novela gráfica Aquel verano. Después de muchos años, ambas vuelven a formar tándem para contar esta historia de amistad, amor y viajes universitarios. Cambio de registro estilístico en Roaming para esta historia urbana en la que lo importante es el desarrollo de los personajes, los silencios, los gestos. Costumbrismo, sentimientos, pequeñas historias. Roaming, de Jillian Tamaki y Mariko Tamaki (La Cúpula, 2024).

6. Vivimos sobre los cimientos de una cultura heteropatriarcal, eso creo que lo tenemos todos claro. En Hágase la luz, Liana Finck hace una original reescritura del Génesis: en ella, Dios es una mujer. No es perfecta y, como suele ocurrir, a veces duda de sí misma. También se siente sola. Una humanizada divinidad que no las tiene todas consigo le sirve a Finck par reflexionar sobre qué significa ser humano o cómo debemos tratarnos los unos a los otros. Que no os engañe la apariencia naïf, aquí la autora reflexiona de forma brillante sobre la manera en que hemos pensado nuestra sociedad. Hágase la luz, de Liana Finck (Libros del Zorro Rojo, 2024).

 

7. Gallo Nero es el buque insignia de gekiga en nuestro país. Esta editorial nos ha traído lo mejor del cómic costumbrista japonés indie, y uno de sus últimos títulos que ha aportado a su catológo es Flight, de Kuniko Tsurita. La madrina del manga experimental japonés, lamentable fallecida antes de cumplir 40, fue la primera mujer que publicó en la histórica revista Garo. Flight es una antología de veintinueve historias que contienen estilos y géneros muy diferentes: desde el costumbrismo más propio del gekiga, hasta ciencia ficción, pasando por historias más surrealistas. Todo un legado que influyó en muchos mangakas posteriores. Flight, de Kuniko Tsurita (Gallo Nero, 2025).

8. Jeff Smith vuelve a su obra maestra, de nuevo en forma de spin-off, tras el volumen de Estúpidas, estúpidas mostrorratas. Aquí, junto a Tom Sniegoski, se rodea de una nómina de autores muy interesante (Stan Sakai, Katie Cook, Matt Smith, Scott Brown) para estas historias en la que los bones y su pequeña mostrorrata adoptada llevan a un grupo de jóvenes exploradores a un lugar legendario que los primos Bone encontraron cuando eran niños. Lo mejor: las páginas del propio y añorado Jeff Smith. Bone: Los scouts de Bone, de Jeff Smitth y VVAA (Astiberri, 2025).

9. Enric Pujadas ganó, junto al dibujante Gonzalo Aeneas, el premio Ciutat de Palma de Cómic 2020 con Las olimpiadas del sufrimiento, un tebeo que no ha recibido por mi parte, hasta ahora, el trato justo que merece. En la mejor vena del cómic que profundiza en el slice of life para contar una historia personal de crisis, Pujadas relata aquí la historia de su aquí compañero de armas, Gonzalo Aeneas, una historia de depresión real, de muerte y renacimiento, con una pericia absoluta. Personalmente, para mí esta obra tiene un plus y es que conozco en persona a muchas de las personas que desfilan por sus página, con lo que la sensación de mezcla entre realidad y ficción me fascina. Aeneas tiene una buena papeleta al tener que ilustrar su propia historia, pero no sólo la salva sino que lo hace con buena nota. Ambos ponen en juego multitud de registros y estilos que adaptan a la historia, consiguiendo llevar el cómic al nivel de grandes como David B. o Dupuy-Berberian. Un magnífico, magnífico cómic. Las olimpiadas del sufrimiento, de Enric Pujadas y Gonzalo Aeneas (Dolmen, 2022).


10. Hisashi Sakaguchi, el malogrado mangaka autor de una obra maestra como Ikkyu, entrega aquí una historia bélica ambientada en la IIGM, cuando la Alemania nazi invade Yugoslavia. Krilo, un joven que pierde a su hermano mayor por sus ideas políticas, se ve abocado a un conflicto y a la vez que intenta rescatar a su amiga de la infancia, tendrá que luchar por liberar su país. Flores de piedra es un manga en cinco entregas en el que podemos disfrutar del fantástico trazo de este autor que nos dejó antes de tiempo. Flores de piedra, de Hisashi Sakaguchi (Planeta, 2024).

11. Una de las series más importantes de los últimos veinte años del cómic español que hay que leer. No en vano su autor, Santiago Valenzuela, consiguió el Premio Nacional de Cómic en 2011. Valenzuela creo un universo propio en su Micromundo y, entre el sentido épico, pero a la vez ridículo, sitúa la reflexión que aporta su cómic al nivel de la alta cultura. Lo reconocemos: es un cómic al que es difícil hincarle el diente, especialmente si es un lector casual, debido a la cantidad ingente que tiene de texto, especialmente en sus primeras entregas, pero al mismo tiempo la obra recompensa al lector si éste hace el esfuerzo que la obra merece. Las aventuras del capitán Torrezno, de Santiago Valenzuela (Astiberri, en edición - 5 tomos por ahora).

12. Siempre digo que Autsaider nunca me decepciona con los títulos que publica. Y esta vez no va a ser la ocasión en que lo haga, porque Black Metal tenía todas las papeletas para gustarme: esto es, ¿black metal noruego? ¿Y de la mano de Magius, el autor de otros prodigiosos cómics como son Primavera en Madrid y El método Gemini? No podía fallar, y la verdad es que la manera en que el autor convierte los sucesos del nacimiento de la primera ola de black metal noruego en una cuento infantil para adultos, recreándose en la estética lowfi-diy-cutre de aquel movimiento, es genial, es maravilloso. Black metal es una experiencia descacharrante, y en cuanto lo lees te dan ganas de ponerte los primeros discos de Emperor o Immortal a toda hostia. Black metal ist krieg! Black metal, de Magius (Autsaider, 2025).

 


13. Si siempre os hizo gracia la versión de Fernando Fernán Gómez de La venganza de don Mendo, la descacharrante obra de teatro publicada en 1918, estáis de suerte porque Ricardo Vílbor y Flores volvieron sobre ella para crear un divertidísimo cómic publicado por Grafito, que con su premisa gráfica puede ser el relevo para nuevas generaciones de lectores. ¡Con un 100% de respeto a los ripios de Muñoz Seca! La venganza de don Mendo, de Vílbor y Flores (Grafito, 2023)

 14. El maravilloso trazo y arte de Gaëlle Geniller lo conocimos en Rosa. Y ahora no sólo se confirma, sino que sube la autora sube la apuesta. En Después de medianoche, el preciosista dibujo de Geniller acompaña a una historia de misterio finisecular, en la que un padre y un hijo se mudan a una inmensa mansión y donde una presencia se pone en contacto con el pequeño. Vibras literarias de Shirley Jackson y Bioy Casares en esta novela gráfica avasalladora donde cada página se convierte en una póster que colgar en tu habitación. Después de medianoche, Gaëlle Geniller (La Cúpula, 2025).

 15. Y para terminar, uno de los mejores comicarros que me he podido leer en lo que va de año, El peso de los héroes confirma a David Sala (tras su adaptación de la novela de Zweig El jugador de ajedrez) como uno de los autores más destacados del panorama del cómic español actual. En esta novela gráfica de gran formato, como corresponde para apreciar el trabajo de ilustración y color que ha hecho el autor, conocemos la historia de los abuelos de Sala, uno deportado a Matthausen y otro internado en Argelès-sur-Mer, pero sobre todo el peso de la memoria y de la identidad sobre su familia. La manera en que Sala representa esta reconstrucción de su familia es impresionante. El peso de los héroes, de David Sala (Astiberri, 2025).

15 abril 2025

'Truman Capote: Regreso a Garden City', de Nadar y Xavier Bétacourt (Astiberri, 2024)

 

Pep Domingo Nadar es uno de los mejores exponentes de la novela gráfica española actual. Su dibujo es sencillamente uno de los mejores, heredero de la bd europea, pero también reflejando posibles influencias de David Mazzuchelli, Kubert padre o Jordi Bernet. Nadar, aunque no guioniza, parece sentirse atraído por las historias relacionadas con el cine, y, junto a Fatty, el primer rey de Hollywood y El cineasta (ambas con guiones de Julien Frey y publicadas por Astiberri), ahora ilustra los guiones de Xavier Bétaucourt, periodista cuya pasión es firmar cómics documentales. Y en éste no hace una excepción, porque nos lleva a marzo de 1967, cuando el escritor Truman Capote viaja a Garden City para visitar el rodaje de la adaptación de su famosa novela A sangre fría, una historia que ahora llamaríamos true crime sobre un familia asesinada. Esas circunstancias permiten a los autores contar esta historia metacinematográfica, donde se mezcla el carácter de Capote, la difícil conciliación de realidad y ficción, la industria cinematográfica… Ofreciendo un cuadro que retrata muy bien tanto la época como al atribulado escritor. Todo, con el delicioso estilo del dibujante castellonense.

14 abril 2025

'Palomar', de Beto Hernández (La Cúpula, 2024)

 

Los aficionados al cómic estamos de suerte porque entre el año pasado La Cúpula está recuperando en soberbios integrales los trabajos de los hermanos Hernández. El año pasado inició la edición de Palomar, del que vimos el primer volumen hace un año.

Recogen estas páginas la primera tanda cronológica de historietas que Beto Hernandez localizó en su Macondo particular (Palomar), localizado al otro lado de la frontera de los Estados Unidos, donde un puñado de mujeres y hombres memorables gozan, penan, desfallecen o resisten según la meteorología, la circunstancia y las vicisitudes. La relevancia de Palomar radica en su capacidad para fusionar la tradición del cómic underground con una narrativa literaria rica y personajes complejos. A través de figuras como Luba, una mujer fuerte y ambigua que ejerce un liderazgo natural en la comunidad, Hernández construye un universo donde las relaciones interpersonales, la identidad cultural y las tensiones sociales adquieren un peso narrativo inusual en el medio. Palomar es historia viva del cómic indie y esta edición es la mejor ocasión de hacerse con esta obra.

13 abril 2025

'Vivian Maier: En la superficie de un espejo', de Paulina Spucches (Garbuix Books, 2024)

Vivian Maier. En la superficie de un espejo – Garbuix Books

Casi como una correspondencia con el anterior título (Gabriele Münter: Las tierras azules), quiero destacar la lectura de Vivian Maier: En la superficie de un espejo, una novela gráfica que Garbuix Books editó muy cercana a la anterior. Pero la relación entre ambas obras no se acaba en que compartieron espacio en un tiempo cercano. Paulina Spucches, la autora de esta novela gráfica, y Mayte Alvarado (la ídem de Gabriele Münter), además, coinciden en un tratamiento naïf del dibujo, poco académico, que utiliza de forma expresionista el color. 

Pero en el caso de Vivian Maier, fotógrafa desde mediados de los años 50 del siglo XX, más allá de la factura estilística, la historia de fondo resulta más atractiva que la de Münter, puesto que la obra de Maier había sido completamente ignorada hasta que se encontraron casi por casualidad sus rollos de película fotográfica ¡ojo, en 2009! Y a partir de esa fecha empezó a reivindicarse la figura, como decíamos en la anterior reseña, en un canon por lo demás siempre androcéntrico. Una historia íntima que a la vez se abre a la reflexión sobre la función del arte y cómo este configura nuestras vidas.

12 abril 2025

'Gabriele Münter: Las tierras azules', de Mayte Alvarado (Astiberri, 2024)

 

Gabriele Münter: las tierras azules

Si hay una cosa que me interesa leer, son los biopics de artistas, sean músicos, pintores o escritores. Como humilde creador, siempre me han parecido muy inspiradores, aunque no se trataran de artistas del campo en el que yo pueda aportar algo. Y aquí Mayte Alvarado da en el clavo. Alvarado viene del mundo de la Comunicación Audiovisual, pero su relación con el cómic se remonta a 2012, con sus primeros fancines, hasta llegar al premio a la autora emergente de la ACDCómic de 2022. En Gabriele Münter: las tierras azules, una obra coeditada con el Museo Thyssen, la autora traza la vida de Gabriele Münter, pintora expresionista y una de las fundadoras del movimiento Der Blaue Reiter, desde su llegada al pueblo de Murnau, hasta su estancia en París. Destaca, sobre todo, la representación/ reinterpretación de los cuadros de la propia Münter a cargo de Alvarado, que se convierte en un interesante diálogo entre ambas autoras. Y en todo ello, una reflexión sobre el arte (la vida), y sobre todo, el color. Magnífica oportunidad, además, para conocer la obra de una pintora de la que apenas sabemos por el canon androcéntrico del arte.

01 abril 2025

Reseña: 'La muerte en Trieste', de Jason (Astiberri, 2025)


Si hay un autor de cómic capaz de mezclar la nostalgia con la ironía, la tragedia con el absurdo y la estética minimalista con una carga emocional demoledora, ese es John Arne Sæterøy, más conocido como Jason. Este dibujante noruego, nacido en 1965, ha desarrollado una obra singular, fácilmente reconocible tanto por su estilo gráfico como por su manera de narrar. En el panorama del cómic contemporáneo, donde la experimentación y la autoría han alcanzado cotas impresionantes, Jason se erige como un narrador de historias sencillas en apariencia, pero con una profundidad que golpea con suavidad, casi sin que nos demos cuenta.

Su estilo de dibujo es inconfundible: personajes antropomorfos de líneas limpias, con una clara influencia de la línea clara franco-belga, pero desprovistos de artificios. Ojos inexpresivos, cuerpos hieráticos y un uso del color sobrio -cuando lo hay- contribuyen a la sensación de desapego emocional que, paradójicamente, hace sus relatos aún más conmovedores. Jason recurre a esta economía visual para generar historias que parecen frías en la superficie, pero que esconden un corazón palpitante. Su trazo es meticuloso, con una narrativa pausada que bebe del cine clásico, en especial del cine negro y la comedia muda, que siempre utiliza de fondo como referente.

Las temáticas que aborda son amplias, pero hay elementos recurrentes en su obra: el amor perdido, la soledad, el paso del tiempo, la muerte, el absurdo de la existencia y la nostalgia de un pasado que nunca volverá. Muchas de sus historias están impregnadas de referencias a la cultura pop, a la literatura y al cine, y a menudo mezcla géneros sin temor. En sus cómics podemos encontrar relatos de gánsteres con viajes en el tiempo, historias de amor en un mundo habitado por zombis o reflexiones filosóficas disfrazadas de relatos de aventuras. Hay un humor soterrado en sus páginas, un sentido de la ironía que hace que la tragedia sea aún más dolorosa. Su narrativa es cinematográfica, con silencios que pesan más que las palabras y miradas vacías que contienen todo un mundo de emociones.

 

En España, Jason ha sido publicado principalmente por la editorial Astiberri, que ha acercado al público hispanohablante algunas de sus mejores obras. Entre ellas destaca Yo maté a Adolf Hitler, una de sus historias más celebradas (y mi puerta de entrada a este autor), donde un asesino a sueldo viaja en el tiempo para acabar con el dictador, pero termina atrapado en una historia de amor imposible. También encontramos El loro de Frida Kahlo, donde el autor hace lo que más le gusta hacer: reuniones imposibles y juegos con personajes como El Santo, Chet Baker, o la misma Frida.

En La muerte en Trieste (Astiberri, 2025), la última obra del autor noruego publicada en España, Jason hace una nueva pirueta narrativa. Imbuido del espíritu de Magritte y de los dadaístas, protagonistas de algunas de las tramas que este nuevo volumen presenta, parece que toma prestado el carácter experimental y gamberro de las vanguardias originales para desarrollar unas historias donde la lógica parece romperse y la coherencia de la narrativa es un obstáculo a salvar a expensas de conseguir un ejercicio más orgánico, más visceral. Y así, como es costumbre en este autor, nos vamos a encontrar una mezcla de lo más heterogénea: Marlene Dietrich, Nosferatu, Rasputín, David Bowie, agentes secretos, república de Weimar… Todo vale para dar con la fórmula que sorprenda al lector. La muerte en Trieste me parece un ejercicio valiente, bizarro (en todas sus acepciones castellanas aceptadas o no), aunque también he de decir que no es mi Jason favorito: creo que me quedo con entregas sin tanta experimentación como La momia misteriosa (Astiberri, 2015) o Amanecer roto (Astiberri, 2024).

27 febrero 2025

Reseña: 'La calavera', de Jon Klassen (Blackie Books, 2024)


El año pasado ya os hablé de este libro como uno de los mejores de 2024. Hoy me gustaría volver un poco sobre él porque la verdad es que me tiene enamorado. Cada vez que lo leo, solo o con mi hija, me embarga un síndrome de Stendhal difícil de superar. Os explico por qué.

En La calavera, cuento de Jon Klassen, publicado por Blackie Books y traducido por Gemma Rovira, encontramos a una pequeña niña, Otilia. Otilia, en plena noche, mientras todos duermen, se escapa. No sabemos de dónde, no sabemos de quién, pero huye al bosque en plena noche invernal. En su periplo se encontrará con una silente y aún así parlante calavera. Otilia y la calavera exploran la casa, bailan en el salón, y la calavera confiesa que hay un esqueleto que la busca. Entre ellos se establecerá una relación especular: la constante agresió que sufre la calavera tiene eco en el motivo personal (y que no sabemos) por el que Otilia huye.

Y esto es, básicamente, la trama de esta historia, que el autor nos explica que está basada en una leyenda popular tirolesa. 

El texto se distribuye de forma muy inteligente para dar protagonismo a la ilustración, que es sin duda uno de los puntos fuertes de la historia. La estética retro, de animación checoslovaca o soviética, es el corazón de este cuentito gótico, y le queda como un guante. 

Lo interesante es que, en esta versión de un cuento tradicional, como casi todos, tenemos la interpretación superficial, que puede leerse a los niños, sobre una niña muy valiente y la superación de la adversidad, donde el bien vence al mal, pero luego tenemos la interpretación adulta, igual de interesante. Hay muchas más implicaciones en el cuento, pero no hace falta que hagamos una digresión aquí. Baste decir que el subtexto del cuento es riquísimo y se abre a múltiples reflexiones al lector.

Es por eso, y por el impresionante arte de Klassen que hace que cada página sea una pequeña obrita de arte, que para nosotros, La calavera fuera uno de los libros de 2024.

26 febrero 2025

Dragon Ball Legend y lo que pasó cuando compré el cofre

 

Cuando Dragon Ball empezó a emitirse en TV3, servidor tenía 10 años. El día que se emitió el primer capítulo, iba yo contento a poner Dr. Slump, cuando vi perplejo que no lo hacían, sino que emitían otra cosa, algo de un niño con una cola. No me interesó: cambié en canal y conecté mi MSX para jugar a algún juego. 

Y aquí estamos, 35 años más tarde, cuando, después de haber comprado toda la primera Edición Blanca y Edición Roja en grapa (y lomito), y cinco tomos de la edición kanzeban ultimate, encargo el cofre Dragon Ball Legend. A lo largo de las semanas pasé por varios estados de ánimo sobre el dispendio que estaba a punto de hacer/había hecho. 

En primer lugar, al ver el anuncio y las características, pensé “Buf, qué pasada. Es la hora de tener Bola de Drac (porque, además, la edición está disponible en catalán y castellano, y para mí, Dragon Ball está unida inextricablemente a su versión en catalán) completa en una edición chula. A por ella.”

Cuando pasé por caja, con mi triste cartera vacía, mi pensamiento fue “Me he pasado. Compraré este cofre (es el primero de tres) y ya está. Al fin y al cabo, es la etapa de Bola de Drac que más me gusta”. Justo en ese momento mi librero me dijo “¿Te guardo las otras?”, y mi cerebro reptiliano contestó: “¡Sí!”.

Seis tomos y casi tres mil páginas después, mis pensamientos son “buf, qué pasada. Voy a comprarlo todo”. Os voy a explicar por qué he llegado a esta decisión.


 

Porque ciertamente, la edición no es barata. ¿Vale lo que cuesta? La edición del cofre es inicialmente 150€, es decir, 25€ por tomo, tomos que son de extensión variable, pero que suman 2750 páginas en total. 25€ es una pasta, considerando que son de tapa blanda y que es una obra que está amortizadísima de tantas ediciones que ha tenido. Por otro lado, la edición es buena, el tamaño del formato Shonen Jump permite disfrutar bien del dibujo de Toriyama (¡cuánto agradezco que hayamos desterrado el formato de los primeros y diminutos tomos manga que conocimos en los 90!), se incluyen las páginas a color y bitono, cada tomo aporta dos pequeños pósters desplegables, y hasta lo que yo sé, la traducción (y por tanto, la rotulación) es nueva.  En el interior, tenemos algunas páginas de información histórica, cronologías y curiosidades, y se incluyen todas las portadillas de Shonen Jump delante de cada capítulo. Además del recio y bonito cofre para guardar los tomos. Así pues, ¿vale lo que cuesta? Francamente, a pesar de todo lo que ofrece, me sigue pareciendo un dineral. Pero lo he pagado y no me arrepiento.

Este primer cofre incluye seis tomos que van desde el inicio de la serie hasta la muerte de Piccolo/Satanás Cor Petit, cuando Goku sube la torre de Karin para entrenarse con el Todopoderoso. Los tomos se dividen en: la primera búsqueda de las bolas, el primero torneo de artes marciales, la saga del Ejército de la Cinta Roja (en dos tomos), el segundo torneo y la saga de Piccolo. 


 

La serie, que empieza con un tono de aventura y humor, y si queréis, con un toque que ahora se nos antoja naïf (y, paradójicamente, con escenas sexistas que han envejecido muy mal), con la búsqueda de las bolas de dragón, y es la que muchos recordamos con más cariño. El estilo de Toriyama enlaza con la de su anterior serie, Dr. Slump, a pesar de que aquí el humor no es tan disparatado. Tori está pletórico en el dibujo: los homenajes a la cultura popular occidental son continuos, el interés del autor por la maquinaria… La serie es tan divertida como recordaba. Y, ojo, porque no había vuelto a leer algunas de las sagas, desde su publicación primera en castellano, es decir, hace unos 30 años.

Es curioso, por eso, releerla ahora con otra perspectiva. Es casi como si la hubiera leído en otra vida, y ahora la edad, la experiencia, y el resto de lecturas, te la hacen ver diferente (pero al mismo tiempo disfrutarla como el niño que fui: no sé cómo expresar esta paradoja). Por ejemplo: la serie continúa con el tono de aventura y progresivamente da paso a la acción e incluso la épica (con los torneos, la Cinta Roja). Pero creo que hay un punto de inflexión en el final del segundo torneo de artes marciales, cuando aparece la amenaza de Piccolo. La muerte de Krilín (Ia primera muerte importante entre el elenco, a pesar de que Bola de Drac ha sido una obra en la que la muerte era algo… poco definitivo) arranca un tono más sombrío en la serie. 

Ese tomo inaugura, a mi parecer, un tono más adulto en la historia, en la que los combates van a ser, a partir de ese momento, el motor que mueva la serie. Se ha perdido la candidez de Goku y la ligereza de esas primeras aventuras, donde un adversario podía ser un conejo humanoide que convertía en zanahorias a sus adversarios. Esta dinámica de entrenar para ser más fuerte, y luchar, y volver a entrenar, y luchar, y vencer al súper guerrero que vence al súper guerrero que vence al súper guerrero ya no abandonaría la serie, y sería la piedra de toque que conformaría otras series (sí, hablo de vosotros, Narutos y One Pieces). Toriyama influyó de forma determinante en toda una generación de mangakas.  

No os voy a mentir: me gusta esta primera parte de la serie, me gustaron las siguientes sagas de los saiyajins que llegan a la Tierra, me gustó todo lo de Namek, la inacabable agonía del planeta Namek, y la saga de los androides de Cèl·lula (Cell), pero a partir de ahí (Bu) dejó de interesarme, y por suerte, Toriyama quiso poner punto a la serie (pese a que continuase de otras formas). No sé nada ni quiero saber de nada posterior en el universo de Dragon Ball. De hecho, para mí podría haber finalizado mucho antes de esa última saga.  


Leer estas casi 3000 páginas de Bola de Drac  ha sido como volver a tener 15 años, a disfrutar de una obra que fue fundamental para mí como lector. Porque a pesar de haber leído Mortadelos, Tintíns y Astérixs, lo que hizo que me convirtiera en lector de cómics (y de mangas, sobre todo), fue Bola de Drac. Así, que, sí, terminaré esta edición. Porque es fantástica, y me lleva a esa época de mi vida, y qué puñetas, ahora tengo 45 tacos y me lo puedo permitir. Y Planeta lo sabe.